Optimismo y pesimismo en año bisiesto
Lo único claro y lo único cierto es que el buen o mal año venidero depende de todos, toditos, que cada uno en lo que hace, hiciera lo correcto, y esto es lo difícil”.
Algunos sospechan, auguran, dicen, que el próximo año será malo. Malo en forma general si la sociedad, la nación, tuviera decrecimiento económico, más intranquilidad, mayor inseguridad. Malo podría ser personal, que fallen los proyectos, el trabajo, la salud. Igual, es curioso el ánimo pesimista en esta época habitual de la esperanza, de creer que el nuevo año traerá otro tiempo más feliz.
Se trata solo de la percepción, y esta es hija de los acontecimientos, del entorno, y como estos meses irrumpieron asombros y sobresaltos con asesinatos múltiples en los barrios, matanzas despiadadas en cárceles, encarecimiento de precios, escasez hasta de agua y abundancia de malas noticias, es casi normal el ensombrecimiento del entusiasmo.
Hace nada lo trágico, sádico, la escena espeluznante, tenía filtros periodísticos y hasta los amarillistas se medían; ahora lo aterrador circula veloz por internet, salta de un celular a otro. También noticias falsas, manipulación de datos, control de la indignación, se mezclan con todo lo bueno de las redes sociales, que democratizaron la información y abrieron las puertas del mundo.
Al revisar el comportamiento humano por el consumo de noticias terribles, nos acordamos que por naturaleza hay morbosidad y un incontenible placer por lo prohibido; también se sabe que eso puede reprimirse, depende de la educación y el ambiente en que haya crecido la persona, para que su sensibilidad rechace estas expresiones de violencia.
Como sea, el otro año será bueno para Capricornio, según el horóscopo, que solo es entretenimiento, pero hay quienes creen en la posición de los astros; y como habrá influencia de Júpiter, será afortunado para Tauro; Virgo, que no tuvo buen 2019, encontrará el reconocimiento y la justicia que se merece; Cáncer, evitar tentaciones negativas.
Para supersticiones, herencia de los romanos, 2020 también será año bisiesto, cumplirán los del 29 de febrero. Algunas culturas creen que es de mala suerte, y hasta recuerdan tragedias, como el Titanic en 1912; la Primera Guerra Mundial, 1914; la Guerra Civil Española, 1936; los asesinatos de Gandhi, 1948; Luther King, 1968; John Lennon, 1980; la crisis financiera mundial de 1998 y 2008.
Lo único claro y lo único cierto es que el buen o mal año venidero depende de todos, toditos, que cada uno en lo que hace, hiciera lo correcto, y esto es lo difícil. Si gobernantes, empresarios, obreros, ciudadanos, profesionales, campesinos, ciudadanos todos, cumplieran con su deber y respeto, casi desaparecería la violencia, desigualdad, corrupción, miseria, injusticia, intolerancia.
Las civilizaciones prósperas encontraron el equilibrio entre los intereses personales de cada individuo sin asaltar el interés colectivo de la sociedad, le llaman algo así como justicia social, que deriva involuntaria a la paz social. Por ahora solo sabemos que en 2020 trabajaremos un día más