Enormes filas de fe para ver a los ojos a la Madre de Honduras
Devociónuna multitud de feligreses se apostó en las afueras del santuario, luego de dos horas de espera en la fila pudieron estar frente a la milagrosa imagen
Sus fieles hijos no le fallaron. La Virgen de Suyapa pasó ayer rodeada y llena de amor su aniversario número 273 desde su milagroso hallazgo.
El día apenas comenzó y la Basílica Menor de Suyapa estaba abarrotada de feligreses para rendirle gracias por su sagrada compañía y protección.
Mientras unos devotos amanecieron en el santuario para ser de los primeros en felicitarla, otros emprendieron largos caminos. Doña Obdulia Morales, de 73 años, viajó desde la aldea El Aguacate, Jesús de
Otoro, y salió a las 3:00 de la mañana para poder llegar a tiempo al templo sagrado y rendirle tributo a su Santa Madre.
A su viaje de seis horas le sumó al menos dos horas más, antes de poder apreciar la diminuta pero milagrosa imagen de la Morenita de 6.5 cm. Las enormes filas de fe para verle a los ojos por unos segundos se extendían por los alrededores del santuario.
“Vale la pena hacer la fila porque vengo con devoción y le oré a la Virgen”, expresó Morales con convicción.
Así como ella, don Santos Corrales, de 57 años y originario de Marcovia, Choluteca, también hizo la inmensa fila para poder ver con sus propios ojos a la virgen.
“Hace 20 años mi esposa no podía tener a mi hija, tuvo complicaciones y le pedí a la Virgencita por el parto, me cumplió y por eso mi hija lleva el nombre de Suyapa, fue un milagro”, expresó.
Durante el día, la fila permaneció inalterable, pues miles de feligreses deseaban ver a los ojos a la Morenita