Plan de RSE con enfoque de sostenibilidad
Inicia 2020 y se hace necesario en los departamentos de responsabilidad social revisar los propósitos, objetivos y metas fijadas. Es importante preguntarse si se han logrado esos resultados o impactos que se propusieron junto con el Comité de RSE.
Un plan de RSE brindará la dirección para tomar decisiones de acuerdo con los objetivos establecidos por la empresa, pero hoy en día este plan debe evolucionar hacia un enfoque de sostenibilidad, ya que cada vez las empresas se enfrentan a cambios ambientales y sociales, para lo cual deben estar preparadas a lo largo del tiempo.
Un plan con enfoque de sostenibilidad debe ser estratégico, con una mirada transversal y de debida diligencia que permita a la empresa anticiparse a los riesgos.
Conocer el estado de la responsabilidad social en la empresa es el primer paso, así que es necesario medir. Esto le permite a la empresa saber cuáles son las oportunidades de mejora en cada uno de los procesos de la cadena de valor. Elegir el modelo de gestión con el que la empresa se medirá es importante para contar con una guía a seguir. Dentro de los marcos y estándares internacionales más relevantes que se pueden utilizar se mencionan la norma ISO 26000, el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, el
Global Reporting Initiative y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Otro paso fundamental es identificar a los grupos de interés. Clasificarlos y priorizarlos son parte de las acciones concretas que sí o sí debe realizar la empresa. Asimismo, establecer mecanismos de relacionamiento y comunicación con estos grupos para tener un panorama claro sobre sus intereses, necesidades y expectativas.
Es en este punto donde se hace necesaria la materialidad, la cual permite identificar los asuntos relevantes o prioritarios tanto para la empresa como para sus partes interesadas. La materialidad es la base para la sostenibilidad de toda organización, por lo que se vuelve obligatoria para responder a los riesgos, aprovechar las oportunidades y rendir cuentas ante los grupos de interés.
Una vez identificados los temas materiales, se establecen objetivos concretos, metas e indicadores, además de un presupuesto, responsables, que involucren a todas las áreas de la empresa y plazos.
Un plan de sostenibilidad debe responder a la estrategia de la empresa y contribuir al logro de los objetivos. Asumir este reto debe traducirse en la generación de valor a largo plazo, tanto económico, social como ambiental para la empresa
Permite conocer a la empresa cuál es su oportunidad de mejora en sus procesos de la cadena de valor”. “Un plan debe responder a la estrategia de trabajo de la empresa y contribuir al logro de los objetivos de la misma”.