Llegar a Honduras en tiempos del coronavirus
He revisado las recomendaciones que ha hecho la Organización Mundial de Salud (OMS) con relación al coronavirus y lo que ha dicho este organismo mundial es que “medidas como cerrar fronteras, rechazar visados o poner en cuarentena a viajeros en buen estado de salud no están justificadas. Esta declaración nos permite cuestionar estas medidas. Nos permite preguntar: ¿cuál es la evidencia científica en que se basa esta decisión?”.
Quizás por la facilidad de trasmisión del virus y la capacidad de extenderse a otros lugares fuera de Wuhan, China, este es un virus que está provocando mayor alarma y costos económicos a nivel mundial. Una de las primeras actividades en ser afectadas es el turismo, unas 130 empresas aéreas que originaban o tenían como destino China han tenido que cancelar sus viajes, se estima que solo Japón podría perder unos 1,020 millones de dólares, seguido de Tailandia que perderá, de seguir propagándose el virus, unos 1,015 millones. No hay que olvidarse que la rapidez de trasmisión de este virus depende mucho de las relaciones de China con el resto del mundo.
Los últimos índices de Wall Street se han desplomado en medio de la incertidumbre por la epidemia del coronavirus a nivel mundial.
Mal cálculo han hecho aquellos que por razones políticas e ideológicas creían que este problema iba a afectar únicamente al país asiático y hasta han venido vaticinando que la caída de sus principales dirigentes es inminente. Si para los países desarrollados una epidemia como el coronavirus es una amenaza para su población y su desarrollo, lo es más para un país como Honduras, donde los recursos para enfrentar este tipo de problemas siempre resultan insuficientes.
Lo ocurrido con la compatriota que venía procedente de Taiwán, a la que se le sometió a un acoso mediático, es muestra que no solo carecemos del personal médico, instalaciones hospitalarias y laboratoriales adecuados; también tenemos una cierta parte de la sociedad y de los medios de comunicación, que no son capaces de asimilar adecuadamente este tipo de problemas y en vez de ayudar causan pánico y xenofobia.
En el 2019, en Honduras se presentaron 112,000 casos de dengue, de estos murieron 180 personas, no vimos un movimiento mediático por causa de estas alarmantes cifras.
Lo ocurrido a la compatriota “sospechosa” de ser portadora del coronavirus me recuerda el tormento por el cual tenían que pasar decenas de compatriotas hace algunas décadas, cuando llegaban a Honduras procedentes de algunos países a los cuales el gobierno, por prohibición expresa e impresa en los pasaportes, les prohibía viajar a Cuba, Rusia, Checoslovaquia y otras naciones. Yo mismo fui víctima de esa disposición y objeto de un interrogatorio por parte del fatídico Departamento de Investigación Nacional (DNI), y aun cuando el propósito era diferente, la forma era la misma. Se nos preguntaba con quién habíamos tenido contacto en el exterior, qué países habíamos visitado y cuál era el objeto de nuestro viaje. Después de eso, quedábamos “fichados” como portadores de un raro virus, el virus del comunismo
Mal cálculo han hecho aquellos que por razones políticas e ideológicas creían que este problema iba a afectar únicamente al país asiático y hasta han venido vaticinando que la caída de sus principales dirigentes es inminente”.