“SUEÑO CON ESA PRESEA OLÍMPICA”
Luchador El atleta de lucha guarda cuarentena en Tela y espera por el clasificatorio para buscar el boleto a los Juegos de Tokio. “Tengo dos grandes objetivos en mi carrera”, confesó. ¿Cuáles son esos retos?
En la primera y muy delgada línea de esperanza olímpica para Honduras levanta la mano Kevin Mejía. El luchador no rehúye a la responsabilidad de ser uno de los escasos focos de optimismo para el deporte hondureño de cara a los Juegos de Tokio: “Les digo que confíen en mí, que cuando me propongo algo siempre lo cumplo”.
Su gran reto inmediato es llegar a los Olímpicos, que fueron reprogramados de 2020 a 2021. Ni el primer intento fallido de clasificación y ni el coronavirus apagan sus anhelos.
Su cuarentena en el Triunfo de la Cruz, Tela, la sobrelleva con dos entrenamientos diarios, aunque claro está que la prioridad en el presente es la salud.
“Aquí en el pueblo uno vive tranquilo, pero siempre se toman las debidas precauciones. Cuando tengo que salir, pues salgo a hacer mis mandados”,
Ganó plata en los Panamericanos de Toronto (2015) y Bronce en los de Lima (2019). Ganó 7 preseas en CA y el Caribe. Está en el top 4 de América. relata el atleta que tantas alegrías le ha dado y le piensa seguir dando al país en los 97 kilogramos de la lucha grecorromana. El gran referente de los atletas hondureños...
Kevin, un placer. ¿Cómo se lidia con el coronavirus en el Triunfo de la Cruz?
Se lleva bien. Siempre en la entrada al pueblo hay personas revisando si uno trae mascarilla, guantes y gel, y le desinfectan el carro. Nosotros vamos a comprar una vez a la semana a Tela. En el pueblo se pasa tranquilo, la gente siempre está saliendo a caminar para no estar tanto tiempo en casa. Uno sale a la playa.
¿Cómo es el día a día en un pueblo en esta cuarentena? Me levanto a las 5:30 de la mañana, a las 6:00 AM ya estoy alistándome para ir a la playa a entrenar, regreso casi a las 7:00 AM y en la casa busco qué hacer: me pongo a lavar el carro, a rastrear o hacer otra cosa. En la tarde vamos con mis amigos al campo, ellos van a jugar fútbol y yo me quedo viéndolos. Después me alisto para correr.
¿O sea que a Kevin le gusta ver, pero no jugar fútbol? Aquí no juego casi, me gusta más jugar basquetbol. Mis amigos es que juegan fútbol, unos en primera y otros en segunda. El lunes estuve como dos horas jugando basquetbol. Desde cipote preferí el basquet que el fútbol, aunque antes practicaba los dos deportes.
¿Dedica una hora diaria a entrenamiento en la playa? Así es, para no perder tanto el físico. Busco más resistencia que otra cosa porque no tengo que correr tanto. Dedico una hora por la mañana y una hora por la tarde; todos los días estoy en la playa haciendo mis ejercicios. Puedo practicar algunas técnicas de la lucha porque tengo compañeros aquí en el pueblo, aunque otras no porque necesito estar en el colchón adecuado porque son maniobras complicadas y se necesita amortiguar el golpe.
A las madres se les pasa la mano con la comida, ¿cómo hace para mantener el peso? Trato de comer lo necesario, no excederme para mantener un peso. No quiero llegar pesando mucho cuando termine esto. Yo siempre peleo en 97 kilogramos, entonces normalmente tengo que estar pesando unos 100 o 101 kilos, lo más. Ya tiempo no me peso, pero pienso que estoy por allí porque no me he excedido en la alimentación.
Aún no hay fechas para competir, pero ¿qué tanto ha cambiado su plan de entrenamientos con el Covid-19?
Ha sido un cambio demasiado brusco. Venía entrenando muy bien desde el año pasado para estas fechas, en las que tenía bastantes competencias importantes. No hay que lamentarse, hay que tener la mente positiva porque todo pasa por algo.
¿Para su nivel fue mejor o peor que hayan pospuesto los
Juegos a 2021?
Pienso que si lo hubieran hecho este año sería igual porque yo ya venía entrenando. Para el otro año hay que tener una preparación un poco más fuerte porque todos los atletas tenían su mente puesta en este año y ahora van a entrenar el doble. Llegar mejor o peor ya depende de mi preparación y de muchos factores. Yo pienso que siempre voy a llegar al 100 por ciento.
¿Cómo está la ruta para llegar a los Olímpicos?
El clasificatorio ya se disputó en Canadá y tengo otro clasificatorio mundial en Bulgaria, que iba a ser en estas fechas. En el primero clasificaban los primeros dos y no pude lograrlo. En Canadá peleé teniendo una molestia en la espalda. En la primera pelea gané 2-1 ante un cubano, que era el favorito. En la semifinal ante el estadounidense yo apenas podía caminar, pero decidí pelear y lastimosamente no pude pasar a la final.
¿Y siente que se enterraron las ilusiones de llegar a los Olímpicos? No, la verdad que no porque tengo las opciones más claras en el clasificatorio mundial, todos me lo decían, que solo tenía que recuperarme de esa lesión. A ese clasificatorio de Bulgaria sí voy a ir con mejores expectativas. Todavía hay muchas posibilidades de clasificar a los Olímpicos. Ahora solo falta esperar las fechas de retorno para empezar los entrenamientos fuertes. A ese clasificatorio van a ir buenos candidatos del mundo porque son las últimas cuatro plazas para los Juegos, y creo que en mi división van a llegar a competir como unos 30 o más luchadores.
Cuando mira el nivel de los rivales, ¿se siente con chances de lograr el boleto? Está duro, pero tampoco imposible. Ya conozco a la mayoría de mis oponentes y ahora solo toca ver algunos videos para saber cómo pelearle a cada uno de ellos. No importa de dónde sea el rival, yo siempre voy con esa mentalidad de ganar y ganar. Nunca dejo caer mi sueño, mi sueño es llegar a los Juegos Olímpicos y en esos torneos yo solo pienso en ganar cada una de mis peleas. El entrenador siempre está allí conmigo apoyándome, dándome su confianza y diciéndome que sí puedo, entonces voy psicológicamente bien preparado, así como en el aspecto físico.
Si llega a Tokio y queda en los primeros lugares, ¿ese sería el broche de oro a su exitosa carrera?
Claro, tengo esa mentalidad, no la cambio. Voy a trabajar muy fuerte para poder clasificar y hacer mi mejor papel en los Juegos Olímpicos. Logrando mi objetivo, hasta allí puedo llegar. Se puede soñar. Uno sueña y trabaja para cumplir los anhelos. Yo sueño con llegar a los Juegos y sueño con esa presea olímpica, ese es el anhelo más grande que tengo.
Una medalla en un mundial adulto también es un reto...
Así mismo es, solo me quedan esos dos objetivos grandes personalmente y, mediante Dios, los voy a cumplir. Una vez logradas esas dos metas, ya puedo decir que di lo mejor de mí para mi país. Hablo de una medalla en un mundial adulto y el sueño de los Juegos Olímpicos.
Tras una plata y un bronce en Panamericanos, ¿está pendiente la medalla de oro en esta competencia? Por supuesto que sí. Yo quiero disputar mis últimos Panamericanos; una vez que se acerque esa competencia, voy a prepararme al tope para poder ganar la primera medalla de oro para Honduras en unos Juegos Panamericanos. Yo le apunto a lo máximo siempre, nunca hay que volar bajo, sino que hay que volar alto...