¡Nosotros decimos no!
Después de la peste política que desbaratará todos los argumentos legales que se oponen al Código de la Impunidad; con su largo brazo de cinismo y astucia, el Congreso convocó a sesión para discutir la ampliación de la vacatio legis del Código Penal. La asamblea se realizó de forma virtual; cuando ni siquiera las presenciales son transparentes, imagínense ustedes a un padre, o madre de la patria desde la comodidad de su casa, algunos amanecidos con la goma moral de esas borracheras del poder; se aprestaron a encender su computadora para mover la cabeza, ya que así lo ordena el jefe que es “buena onda” en estas tramas del cabildeo político, diestro con el cálculo brutal de la penuria moral, abatida y acuchillada con la espada despojada de la justicia. Pues bien, dicen los honorables que se prestaron a este asalto que es para ir evaluando diversidad de opiniones y posiciones con el propósito de darle tranquilidad y certidumbre al pueblo hondureño, especialmente en esta crisis. Han decidido “sacrificarse” convocando a sesión del Congreso Nacional para discutir la ampliación de la vacatio legis con la mascarilla en los ojos. Para este ejercicio lenguaraz y maquillado, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) fue invitado al “carnaval” para ser parte de la pantomima, pero sin caer en esa red de aislamiento moral: ¡Nosotros decimos no! Porque no tiene sentido nuestra comparecencia a la convocatoria, puesto que se pretendió únicamente validar un procedimiento viciado en consonancia a lo establecido dentro de la Ley de Mecanismo de Participación Ciudadana, que es donde debe ser consultado. Pues bien, esto es el blindaje de lo que está mal y de lo que estará peor, es ponerle el sello de original a políticos vinculados a actos de corrupción, que dicho sea de paso, son los que van a levantar la mano virtual en sus mansiones revestidas con los dineros públicos. La vacatio legis que nos proponen no es suficiente, pues debe haber homogeneidad y uniformidad en la aplicación de la ley, así como también una corrección vertical contra la delincuencia total y no este “milagroso” Código Penal que convierte a los funcionarios en ciudadanos superiores, pues esta norma fija reducciones de penas por delitos de corrupción en la Administración Pública, convirtiendo a las ratas en amables conejitos, a los asesinos en inocentes ovejas, a los corruptos posibles diputados, y hasta en fuertes candidatos a la presidencia de la república; dicho de otra manera, los que antes eran vulgares ladrones, ahora serán convertidos por la sangre de la diosa Temis, en infractores de la administración que no supo cuidar sus bienes, por lo tanto, serán víctimas del sistema que les dejó las arcas abiertas, y hasta pueden ser indemnizados por el Estado, para luego ser canonizados. El código de esta caja fuerte del tesoro nacional, pasa a ser una caja de ahorro para repartir ganancias y dividendos a la hora de la campaña, la cual servirá de andamio para alcanzar el poder y terminar de acabar con la economía, la salud, la educación y la comida… la poca que queda en esta pandemia que no ha podido ponerle punto final al país. Pero el nuevo “covid” penal, sí lo hará
¡Nosotros decimos no! Porque no tiene sentido nuestra comparecencia a la convocatoria, puesto que se pretendió únicamente validar un procedimiento viciado...”