Gestione el tiempo de trabajo en casa Es importante respetar los días que la empresa, sus jefes o usted mismo se haya fijado como libres.
Dividir su día entre obligaciones laborales y necesidades de convivencia puede resultar todo un reto; la organización es clave
Para quienes gozan de las garantías salariales que permite el teletrabajo, convertido durante los últimos meses en una de las modalidades de productividad más populares y necesarias, es seguro que uno de los principales retos a superar ha sido la distribución de horarios.
Entre los compromisos laborales y las tareas del hogar, muchos han logrado sobrellevar la transición a costa de un par de sacrificios que podrían ser evitables con el uso de un término clave: la organización.
En razón a esto, aquí algunas pautas para gestionar adecuadamente el tiempo de trabajo en casa.
Respetar los horarios
Es conveniente seguir, siempre con márgenes de flexibilidad, un horario similar al que teníamos en nuestro lugar de trabajo. La perspectiva de finalizar nuestra jornada a una hora determinada nos proporciona una sensación de control sobre el tiempo y evita que nos relajemos al pensar que tenemos todo el día por delante para hacer las tareas.
Coordinar con el resto de la familia
En estas circunstancias excepcionales, y especialmente si se tienen niños, es importante establecer acuerdos con la pareja o con otros miembros con los que se conviva para organizarse en las atenciones y cuidados que puedan requerir. También, en función de las edades que tengan los menores, se les puede hacer comprender que es esencial la concentración en el trabajo, así como en las tareas escolares.
Establecer límites
Siempre y cuando las dimensiones y la disposición de la vivienda lo permitan, es recomendable delimitar una zona, destinada únicamente al trabajo, que sea cómoda, esté bien iluminada y tenga todo lo que necesitemos a nuestro alcance (computadora, celular, libretas, manuales de consulta, agenda, botella de agua, etc.).
Rebajar el radio mediático
En estos momentos de gran preocupación e incertidumbre es normal querer estar informados, pero hay que evitar estar permanentemente pendientes de las noticias y de las múltiples notificaciones que recibimos. De lo contrario, estas distracciones harán que se alargue el tiempo destinado a cumplir con lo planeado.
Planificar y priorizar
Al inicio de cada jornada es importante anotar las tareas que se deben desarrollar en el día. Seguidamente, hay que diferenciar entre las que son importantes y/o urgentes y las que no, enumerarlas según su prioridad e intentar hacerlas siguiendo ese orden.
Evitar la multitarea
Para mejorar la calidad de nuestro trabajo, es recomendable concentrarse en las tareas de una en una, abordándolas de principio a fin y tachándolas una vez que las hayamos realizado. Si lo hacemos de esta manera ganaremos en perspectiva y en control de nuestro propio tiempo.
Fijar objetivos
Para que las tareas puedan desarrollarse con éxito en tiempo y forma, hay que tener claros cuáles son los objetivos que se persiguen con cada una de ellas y que estos sean realistas, medibles y alcanzables. Una recomendación sería prestar atención a las directrices dadas por los jefes o superiores desde un inicio, y hacer eco de cualquier duda.
Tomar pequeños descansos
Es fundamental hacer breves pausas, cada hora y media o dos horas, en las que podamos aprovechar para dar pequeños paseos por casa, hacer estiramientos, tomar una bebida o hacer una llamada