Periodismo en crisis
Nunca como hoy el periodismo en nuestro país había estado tan en crisis como lo está en la actualidad.
Ya se acerca el 25 de mayo y también los discursos, saludos o editoriales en los que algunos se pronuncian sobre esta fecha que conmemora el día de quienes ejercen la función de ser la voz del pueblo ante la comunidad y sus autoridades en todos sus niveles. El compromiso con Honduras es grande, entonces se supone que esa profesión debe ser ejercida con independencia, objetividad e imparcialidad.
Sin embargo, en nuestro país lamentablemente muchos periodistas que a su vez son dueños de medios de comunicación han dejado de ser periodistas para pasar a ser empresarios o, peor aún, mercenarios de la noticia, pues para mantener sus medios solventes económicamente en un país como el nuestro se ven obligados a depender de la “generosidad del Estado”, especialmente del Poder Ejecutivo y Legislativo, que aún en estos momentos de pandemia tienen la desfachatez de continuar pautando publicidad en medios que la gente ya no les ve porque les considera “vendidos” o en el que algunos periodistas “tarifados” tienen espacios.
Hemos llegado tan bajo en este aspecto que las noticias que deben ser de alta envergadura por serias, las serias acusaciones que se realizan en el extranjero en contra de los más altos funcionarios del país son minimizadas por estos medios que han enajenado sus espacios de noticias. El pueblo lo sabe y su teleaudiencia se les ha reducido a la mínima expresión, además, ya no gozan de la credibilidad de la nación y simplemente ya no los ven, escuchan o leen, defraudando a un pueblo que tan solo les pide que sean periodistas de verdad y que les informe con objetividad, imparcialidad y objetividad. Gracias a estos medios y “periodistas” vendidos, según las encuestas, ahora la mayoría de los hondureños piensa que el periodismo es una profesión sucia.