En calamidad doméstica
Así está viviendo en estos momentos un alto porcentaje de la población de personas con discapacidad, según denuncia pública de las organizaciones de sociedad civil que les atienden. La denuncia es grave y, según la misma, la situación de estas personas se ha complicado a lo largo del confinamiento que desde hace dos meses ordenó el gobierno en el marco de la estrategia para contener el avance del Covid-19 en el país.
No tienen comida ni medicinas y por sus condiciones físicas y de salud no pueden movilizarse a buscar ni siquiera los alimentos básicos para su sustento diario y son muchos los que están en riesgo de muerte, pues son personas de la tercera edad, con enfermedades de base que los vuelve altamente vulnerables al Covid-19.
El gobierno, si bien entregó al inicio de la emergencia una pequeña bolsa de alimentos a unos pocos, todavía no hace efectivo una ayuda de al menos 19 millones de lempiras que han sido presupuestados para la atención de emergencia de esta población, aunque vale señalar que tampoco han desembolsado las partidas presupuestarias normales de ayuda a las organizaciones de atención de esta población, lo que complica todavía más la situación.
Blanca Barahona, presidente de la Coordinadora de Instituciones y Asociaciones de Rehabilitación de Honduras (CIARH), dijo que es urgente que se entreguen esas ayudas para salvaguardar la vida de miles de personas.
La denuncia está planteada y las autoridades competentes deberían estar activando los protocolos de atención de este importante -y altamente vulnerable- grupo poblacional.
No se trata solo de enviarles una bolsa o un saco solidario, se trata de garantizarles condiciones dignas de vida en todo tiempo.
Es cuestión de vida o muerte