AUTOCONTROL EN TIEMPOS DE CRISIS
La ansiedad es un mal que aqueja a un porcentaje cada vez mayor de personas en edad productiva
Aceptémoslo, la ansiedad laboral es el silencioso mal que carcome la productividad... aún más en tiempos de pandemia.
Se calcula que a nivel mundial más de la mitad de la población en edad laboral sufre de ansiedad profunda, pero menos del 9% son diagnosticados y reciben tratamiento.
De hecho, en algunos casos este problema de salud mental puede llegar a ser incapacitante, también es habitual encontrar a trabajadores que tienen síntomas con los que conviven día a día.
Afortunadamente se pueden definir estrategias para contrarrestar esta negativa situación.
Por ejemplo, es vital desarrollar autocontrol y organización. Está por demás decir que la autoindulgencia y la displicencia suelen llevar al descontrol y al caos.
Y como una cadena, estos a su vez le llevan a niveles de ansiedad dañinos. En cambio, fortalecer su fuerza de voluntad y autocontrol le facilita bregar de forma más organizada con cada aspecto de su vida incluido el laboral.
¿Estrategia viable? Busque un calendario, papel y lápiz y haga un horario -bastante- realista junto con plazos para cumplirlo. No se complique. Simplifique. Con igual determinación, fortalezca su mente mediante la meditación y la lectura edificante.
Dedique algunos minutos diarios, sea en la mañana o en la noche, a meditar en los aspectos positivos de su vida y respire de forma pausada y profunda. Eso le inyectará positivismo. Y manténgase al día con información relacionada a su carrera para mantener su nivel de escolaridad a punto y no dejar oxidar su nivel intelectual. La autoestima así generada contrapesará la ansiedad o el FOMO (Fear Of Missing Out, en español: “temor a dejar pasar”). Ahora, aquí viene un punto importante: acepte lo que está fuera de su jurisdicción. Como seres humanos, nuestro ámbito de acción siempre será limitado. Hay aspectos que están fuera de su alcance, como las decisiones de la empresa o jefes inmediatos, o las actitudes, palabras o reacciones de terceros. Relájese y no permita que el estrés le consuma.
Limítese a centrar sus energías físicas y mentales sólo en lo que es su responsabilidad y la defensa razonable de sus derechos.
Finalmente cuide su salud. El confinamiento podría ser una ventana para mejorar el estado físico, incluso para optar por una alimentación balanceada o darse merecidos descansos nocturnos para que su bienestar emocional se mantenga estable y que su mente vea las cosas a través de un prisma positivo y limitar su ansiedad. Aparte tiempo a diario, aunque sean unos minutos, para atender su jardín o inclusive durante su horario de trabajo remoto tome breves lapsos de descanso lejos de su escritorio para despejar su mente. Manténgase siempre hidratado y evite en la medida de lo posible la comida chatarra y alta en azúcares o el exceso de alcohol, que es un depresivo. Tener un nivel razonable de ansiedad es relativamente sano pues le mantiene despierto y le ayuda a no dormirse en sus laureles. Pero dejar que la ansiedad ensombrezca su bienestar es dañino. Libérese de este enemigo del rendimiento laboral y no deje pasar un día bajo el destructivo efecto del estrés innecesario y la ansiedad descontrolada