Desde el “¡Fuera, Diego!” hasta el último dardo a Héctor Vargas
Diego Vazquez tiene muy clara su filosofía: “Desde jugador siempre fui muy positivo, miraba las cosas buenas”.
Por eso cuando la gente de Motagua en algún momento gritaba “¡Fuera, Diego!”, el exreservista de River Plate le ponía el pecho a las balas: “Pasó sobre todo después del título ante Platense, uno de los que más disfruté con el gol de Santi Vergara... pero es que internamente sabíamos que era injusto: la gente se volvió demasiado exigente y te reclama por un torneo que no llegués a la final y ahora también exigen que le ganés a Atlanta en Atlanta”.
Y remató diciendo: “Doce finales en cinco años es una barbaridad y por más que no ganamos las finales internacionales o tuvimos algunas incidencias locales como la del torneo pasado, que fue el robo del siglo, me calientan cuando los aficionados se pasan pero igual intento entenderlos”. De todos modos el principal respaldo del proyecto ha llegado desde la cúpula dirigencial que “lógicamente al inicio los directivos tenían dudas y me preguntaban hasta por qué ponía un cono... pero les agradezco eternamente esta oportunidad teniendo cero experiencia, era una apuesta que no era fácil porque Motagua estaba peleando el descenso, no era joda, dos o tres partidos malos y adiós. Fue un reto lindo de asumir”.
Finalmente Diego Vazquez no se podía retirar sin recordar su riña con Héctor Vargas, que recientemente declaró que el técnico que pierde muchas finales está haciendo algo malo. “No, hay que llegar a las finales... a Héctor Vargas solamente pido que recuerde por qué lo echaron de Olimpia. ¿Se acuerdan? Lo echaron por perder dos semifinales seguidas”, se despidió lanzando su dardo de toda la vida