Inconcebible
Las incongruencias administrativas en la compra de los hospitales móviles siguen aflorando con el paso de los días. Las autoridades han encontrado y evidenciado gran caos en la documentación que debería soportar esta millonaria compra, lo que —en medio de la gravedad de la crisis del covid-19 y el colapso del sistema sanitario— ha obligado a suspender el desaduanaje de los equipos que han llegado a Puerto Cortés, y con ello, retrasado el proceso de su instalación, tan necesaria para la atención de los enfermos.
Es inaudito, inconcebible, que ese equipo haya llegado al país sin ni siquiera la factura original de compra y, mucho menos, sin los manifiestos de carga que son los documentos que amparan el transporte de mercancías ante las distintas autoridades.
¿Será posible, como lo sospecha el Instituto de acceso a la Información Pública (IAIP), que no medie un contrato en la compra de los hospitales?
Todas y cada una de las interrogantes que surgen alrededor de esta transacción deben ser respondidas. Honduras reclama transparencia, y por ello todos los involucrados están obligados a entregar a quien corresponde la información que se demanda.
El gobierno —a través del Invest-h y otros órganos involucrados en estos procesos— está obligado, sí, obligado, a dar respuestas a todas las interrogantes y dudas que ha generado esta compra.
Así mismo, las entidades encargadas de investigar las posibles anormalidades están también obligadas a hacerlo con alta diligencia, hasta llegar al fondo de lo sucedido, y presentar ante los tribunales competentes a quienes resulten responsables. Se trata de más de mil millones de lempiras de un pueblo pobre que está demandando atención médica básica ante la pandemia del covid-19, por eso también es urgente que se den los pasos que permitan la pronta instalación de los hospitales, que tanto se necesitan en estos momentos de incertidumbre, dolor y muerte