Anarquía en los centros penales desnuda fallida política carcelaria
Descontrol En un mes se han suscitado hechos violentos en varios centros penales, lo que denota la falta de atención a la problemática que viven la mayor parte de las 25 cárceles que existen en el país
La anarquía en el sistema carcelario nacional es cada vez más preocupante.
En tan sólo un mes ha ocurrido un escándalo tras otro, incluidas varias muertes, que ponen en evidencia el pésimo manejo de los centros penales en el país.
Justo hace un mes, el 29 de junio, dos sicarios de la Mara Salvatrucha (MS-13) acribillaron a disparos al cabecilla de la Pandilla 18, Ricki Alexander Zelaya Camacho, en el interior de uno de los módulos considerado de máxima seguridad en Támara. Tres semanas después, al menos 12 convictos, utilizando fusiles de asalto AK-47, pistolas nueve milímetros y granadas de fragmentación, atentaron contra los guardias de los torreones de ese mismo penal. Dos días después de suscitada la balacera, autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) encontraron un arsenal en los módulos Sentenciados y Procesados II, así como en la zona conocida como La Isla. A la lista se suman túneles de fuga en Támara y hasta antenas parabólicas en el penal de mujeres, siempre en Támara.
Nadie explica qué está pasando
Hasta la fecha las máximas autoridades del INP no han explicado a la ciudadanía cómo es que siguen ingresando armas y otros artefactos a los centros penitenciarios del país.
EL HERALDO intentó dialogar sobre la situación del sistema carcelario con el director del INP, el coronel Rony Portillo, pero este adujo que tenía muchas ocupaciones y que no podía atender a los medios de comunicación.
En torno al hallazgo, el lunes, de una antena para captar la señal de internet en la PNFAS, Digna Aguilar, portavoz de esa institución, expresó que “las autoridades del INP giraron instrucciones para poder determinar a qué compañía pertenece esta antena y quién autorizó el ingreso de la misma”.
A pesar de lo suscitado en la cárcel femenina, sus autoridades no fueron removidas de sus cargos y esto dependería de las investigaciones en relación a desde cuándo comenzaron a utilizarse esas redes de internet, aseveró
Aguilar. Anoche, un intento de motín por parte de un grupo de convictos se registró en el interior de la cárcel de Intibucá, en el que hubo disparos, pero al parecer nadie resultó herido.
Ingobernabilidad
La semana anterior, en medio de los talleres de la Penitenciaría Nacional de Támara, agentes penitenciarios se toparon con el inicio de lo que sería un túnel de escape de presidiarios.
En la construcción del conducto había cableado e instalación eléctrica, así como una bomba eléctrica para succionar agua, que tampoco nadie explica cómo fue ingresada a Támara. Y las pruebas de que en los centros penales ingresan las armas para los reos fácilmente se reflejaron de nuevo en esa misma cárcel el viernes recién pasado.
En una inspección realizada específicamente en el módulo Sentenciados II, efectivos militares hallaron escondidas cinco armas de fuego. Asimismo, diez router con el que los reos tenían acceso a internet inalámbrico y varios teléfonos celulares.
Similar situación se estaba dando en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), donde las reclusas tenían instalada una completa red de internet inalámbrico, sin que nadie se diera cuenta.
Para cerrar un mes de desaciertos, la tarde del lunes, dos reos murieron en una reyerta en el penal de Puerto Cortés