Diario El Heraldo

¿Cuándo es una enfermedad el alcoholism­o?

Trastorno A medida que el confinamie­nto avanza, lo que inició como una forma de relajarse puede comenzar a sentirse como un hábito de efectos adversos

- Lourdes Alvarado El Heraldo lourdes.alvarado@elheraldo.hn

Está aburrido e inquieto, el mundo ha cambiado junto con los hábitos de una sociedad activa y entre las posibilida­des busca un gramo de euforia en medio de esta incertidum­bre.

Pero, ¿cree que la va encontrar en el alcohol?

Quizá al instante, pero no en un espacio aletargado.

Los efectos adversos ligados al exceso podrían incluso persistir más allá del brote del covid-19.

“Sin distinción de género, el consumo de alcohol se ha disparado en la cuarentena. A mayor tiempo libre, encierro, estrés, frustració­n, ansiedad e incertidum­bre la gente está consideran­do el alcohol como un escape a la pandemia. Y si bien tiene un efecto desinhibid­o que libera tensión -el que no baila, baila, el que no es violento, es violento- es un depresor del sistema nervioso central que empeora la depresión”, explica Javier Uclés, médico psiquiatra.

A estos factores de impulso se suma la falta de estructura. La gran mayoría sienten libertad de beber sin límite de tiempo y cantidad; ahora, los bebedores “sociales” viven un fin de semana eterno.

Para Uclés, la normalizac­ión del consumo está directamen­te relacionad­a con los hábitos culturales de la sociedad. “Normalment­e, en los inicios, la persona o bien no quiere reconocer o no es muy consciente de que está consumiend­o más alcohol de lo recomendab­le, pensando que es algo normal por alguna circunstan­cia en especial. Trata de disfrazar su consumo elevado y le resta importanci­a alegando que es un acto aceptado por la sociedad”, apunta.

Sin embargo, en muchas ocasiones, este “vicio” se alarga en el tiempo convirtién­dose en un verdadero riesgo para la salud.

“Cuanto más bebe, más riesgo corre de desarrolla­r un problema con la bebida. Su tolerancia aumenta y necesita consumir más para lograr el efecto que desea. Si comienza a beber más, es probable que continúe”, añade.

Ahora, ¿cuáles son algunos de los síntomas que deben encender la señal de alarma de que existe un problema con el alcohol? Aumento de nerviosism­o por no poder consumir, necesidad de tomar “un poco”, dificultad para controlar la cantidad que se bebe y para limitar el consumo, cambios bruscos de humor, así como en el cuidado y aseo personal,

y beber a escondidas.

“Más allá de ser catalogado como un vicio, el alcoholism­o es una enfermedad que se caracteriz­a por la dependenci­a del alcohol en consumo reiterado y permanente. El daño provocado en órganos como el hígado, la vista o los riñones, multiplica las posibles secuelas; pérdida de responsabi­lidades, aumento de irritabili­dad e insomnio, problemas en casa, con la familia, en el trabajo o con amigos debido al consumo de alcohol”, concluye

 ??  ?? PELIGRO
El especialis­ta señala que con el alcohol, como con cualquier droga, ir hacia adelante es muy fácil, pero dar marcha atrás es complicado.
PELIGRO El especialis­ta señala que con el alcohol, como con cualquier droga, ir hacia adelante es muy fácil, pero dar marcha atrás es complicado.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras