La religiosa que entregó su vida a Dios y a ayudar a niños
A SUS 93 AÑOS MUERE EN HONDURAS Fundadora de la Sociedad Amigos de los Niños
Sor María Rosa Leggol Rosales dejó un gran vacío este año al partir de este mundo a sus 93 años por complicaciones en su estado de salud.
Fue un alma buena y solidaria que rescató a miles de niños vulnerables por orfandad y abuso, entre otras causas por las que no tuvieran apoyo. Era originaria de Puerto Cortés y siendo una niña pequeña perdió a sus padres, esa experiencia dolorosa la motivó a querer ayudar a niños huérfanos. Ella se convirtió en la madre sustituta de miles de menores que ahora son personas de bien gracias al amor, cuidados y enseñanzas que ella les dio. Ella fue una guerrera que logró superar el covid-19 en el mes de julio. Sin embargo, por las secuelas que le causó ese virus y sus otras enfermedades de base falleció el pasado 16 de octubre. Su muerte causó mucha consternación en Honduras y en otros países, ella fue considerada la Madre Teresa de Centroamérica. A sus 22 años recibió sus votos religiosos en la Congregación de las Hermanas Escolares Franciscanas de la Provincia Latinoamericana en Milwaukee, Wisconsin, Estados Unidos.
Altruismo
Sor María Rosa, con ayuda de otras personas altruistas, fundó en 1966 la Sociedad Amigos de los Niños que albergaba a menores en situación de riesgo. También impulsó varios proyectos asistenciales en favor de la niñez y la juventud del territorio nacional. Por su labor humanitaria recibió el premio de Buena Samaritana, reconocimiento honorífico de la Universidad de Saint Francis Xavier de Antigonish, Canadá. El cardenal Óscar Andrés Rodríguez manifestó que iban a solicitar al Vaticano que sea beatificada para que sea declarada santa. Ahora ella desde el cielo seguirá cuidando como un ángel a los niños vulnerables.