Menjívar salvó al León, que definirá todo el domingo tras un apático 0-0 ayer...
El Rojo no aprovechó su localía para aventajarse en la llave. Ahora Olimpia lo espera en su guarida para tratar de dar el zarpazo y seguir en el camino
Ni Vida porque jugó de local, ni Olimpia por ser el favorito de la llave pese a su mal momento, fueron argumentos suficientes para que uno de los dos se sacara ventaja en la ida de las semifinales del torneo Apertura.
Cocoteros y Leones firmaron un empate (sin goles) insípido que fue oportuno que se disputara a puerta cerrada en el coloso Municipal ceibeño.
A los Rojos, que destacaron solo por haber generado jugadas más claras a portería en la primera mitad y en el último tramo del duelo, les faltó creatividad y certeza para romper la portería de Edrick Menjívar,
que salvó todo lo que le llegó y se consagró como el mejor del partido, el héroe del León.
Pero el Albo también careció de ideas y criterios para quitarse de encima el maleficio de 32 años de no poderle ganar al conjunto rojiblanco en fases finales disputadas en el Estadio Municipal de La Ceiba.
Durante todo el partido, lo más notorio en ambos equipos fue la cautela, salvo algunas excepciones como en la del inicio del primer tiempo, en el que Olimpia salió más agresivo, pero sin poder ser contundente.
Los segundos y los minutos transcurrieron con normalidad, y en ambos oncenos el deseo de ganar no apareció en ningún momento.
El técnico olimpista Pedro Troglio modificó su alineación en el arranque de la segunda mitad, pero las dudas e incertidumbres de un fútbol claro se mantuvieron de principio a fin.
Vida se presentó a este en
cuentro con el ánimo a tope por haber masacrado 8 a 2 a la UPN en la instancia anterior (repechaje), mientras que Olimpia lo asumía con dudas por haber perdido la final de grupos ante Marathón. Las circunstancias fueron diferentes, las llegadas no eran las misma, pero el denominador común de este encuentro en ambos equipos, por lo hecho en el terreno de las acciones, fue el conformismo. Todo se definirá el domingo en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Ahora, el gran presionado es Olimpia, que intentó eliminar al Monstruo en su casa, pero su fútbol no le ajustó.
El Vida, por su lado, intentará ajustar la táctica y la técnica para dejar fuera del camino a un Rey de Copas que parece que entró en agonía
El partido en Tegucigalpa sabemos que será fuerte, pero tenemos esperanza y fe de que podemos pasar de esta llave”. Denis Meléndez
Futbolista del Vida