Y ASÍ COMIENZA EL 2021
Tradición Desde Sídney hasta Nueva York dieron un cambio total en sus tradicionales fiestas para despedir al año 2020 debido a la emergencia sanitaria por el coronavirus
Honduras y el mundo recibieron ayer el Año Nuevo en medio de inusuales festejos marcados por la pandemia del covid-19, pero con la fe y la esperanza de que en este nuevo año la pesadilla se termine y la paz, la unidad y la prosperidad alcancen todos los hogares.
El planeta comenzó desde el jueves a dejar atrás el año 2020, marcado principalmente por la pandemia del coronavirus que obliga a miles de millones de personas a celebrar el paso al Año Nuevo en la intimidad de la casa.
La nueva ola de la pandemia obligó a una mayoría a seguir los festejos desde el sofá de su hogar, tras meses de restricciones por el covid-19, que dejó cerca de 1.8 millones de muertos en todo el mundo. Desde Sídney hasta Roma, los humanos fueron espectadores de fuegos artificiales y espectáculos a través de la pantalla de la televisión o de la computadora. El pequeño archipiélago de Kiribati y las islas Samoa en el Pacífico fueron los primeros en llegar a 2021 desde las diez de la mañana del jueves. Nueva Zelanda, país aplaudido por su gestión de la pandemia, dio la bienvenida al nuevo año una hora después, con grandes multitudes reunidas en Auckland para ver un espectáculo de fuegos artificiales.
Aunque sigue aislado por el cierre de las fronteras, Nueva Zelanda pudo celebrar la llegada de 2021 con relativa normalidad --solo quedan algunas restricciones-- gracias a que no registra ningún caso de transmisión local desde hace meses. En Sídney, la ciudad más grande de Australia, los famosos fuegos artificiales de Nochevieja iluminaron el puerto con una exhibición deslumbrante a las 13h00 GMT, pero pocos espectadores.
Los planes para permitir grandes multitudes fueron descartados después de la aparición de un reciente brote de contaminación, en el norte de la ciudad, que suma unos 150 casos, por lo que se han restringido los viajes hacia y desde Sídney. “Creo que todo el mundo está mirando hacia 2021 como un nuevo comienzo”, declaró Karen Roberts, entre los pocos afortunados a los que se permitió pasar por los puntos de control de la zona.
En Tokio, que entró en 2021 a las 11:00 AM del jueves, los residentes enfrentan la perspectiva de que se imponga un estado de emergencia, después de que se registrara un récord diario de 1,300 nuevas infecciones por coronavirus.
Prohibidas las reuniones
En Europa, Italia, donde fotogra
fías de funerarias improvisadas y cuidadores exhaustos hicieron que el resto del planeta fuera consciente de la gravedad de la crisis, está sujeta a un confinamiento de su población hasta el 7 de enero y a un toque de queda desde las 22 horas.
Los romanos asistieron desde el sofá de sus casas a la fiesta que tuvo lugar en el Circo Máximo, el estadio más antiguo de la ciudad, donde hubo más de dos horas de espectáculos y una iluminación de los sitios más emblemáticos de la ciudad.
De Brasil hasta Letonia, pasando por Francia, se desplegaron agentes de policía y soldados, en algunos casos, para garantizar el cumplimiento del toque de queda y la prohibición de reuniones.
En Londres, gravemente afectada por la pandemia, la cantante estadounidense de 74 años Patti Smith ofreció un concierto en directo -en homenaje a los cuidadores de NHS, el sistema de salud pública del Reino Unido, que fallecieron por causa del covid-19-, el cual se difundió por Youtube.
La canciller alemana Angela Merkel aprovechó el jueves su mensaje de Año Nuevo para recordar a que la “histórica” crisis del coronavirus se extenderá a 2021, a pesar de las vacunas.
Reuniones sociales
En Dubái, miles de personas asistieron a un espectáculo de fuegos artificiales e iluminaciones láser en Burj Khalifa, la torre más alta del mundo, a pesar de un gran número de nuevos casos. Los asistentes tuvieron que usar máscara y registrarse con un código QR. En Beirut, capital de Líbano, que todavía se tambalea por la mortal y devastadora explosión del 4 de agosto en el puerto, las autoridades también relajaron las medidas. El toque de queda se atrasó a las 3:00 de la madrugada. Los bares, restaurantes y discotecas han reabierto y se organizaron grandes fiestas de Año Nuevo.
En las orillas del lago Baikal en Siberia, donde las temperaturas caen hasta los -35 grados centígrados (-31 Fahrenheit), alrededor de una docena de rusos emergieron vigorizados después de un chapuzón en el hielo, en la víspera de Año Nuevo