Un nuevo año
Damos la bienvenida a un nuevo año, que no será fácil para un país que viene de ser embestido por dos huracanes y una pandemia que evidenciaron las falencias de sus autoridades y sus sistemas de asistencia pública, quebraron su economía, su infraestructura; y que de la noche a la mañana destruyeron los bienes y los sueños de muchos que todavía hoy se encuentran viviendo en refugios, bajo los puentes, bajo un techo improvisado.
A partir de hoy podemos y debemos hacer frente a una nueva página, con sus retos y posibilidades, revisando lo hasta ahora actuado y rectificando cuando necesario, a efecto de iniciar el nuevo registro cronológico con optimismo, determinación, flexibilidad, tanto en lo personal como en lo colectivo, con voluntad de cambio innovador, pero sobre todo convocando a la unidad de todos los actores sociales, si distingo de ninguna clase para sentar las bases de la nueva sociedad que los fenómenos que nos afectaron el año pasado, nos permiten hoy levantar.
Desde hoy la unidad de la nación alrededor de los objetivos de la recuperación económica y la reconstrucción de su infraestructura debe ser prioritaria, pero también la solidaridad que ha sido característica entre el pueblo en los momentos de desolación.
La lucha contra la corrupción y la impunidad deben ser ejes transversales en la ejecutoria de las autoridades gubernamentales para garantizar con ello un país más justo, más equitativo, más inclusivo.
Hay que permitirnos soñar que este 2021 tendremos un país en paz, con oportunidades para todos y todas y que daremos los pasos firmes que se requieren para una verdadera reconstrucción de la patria.
Hay que permitirnos soñar que no veremos más compatriotas huyendo de su patria en busca de las oportunidades que aquí se le niegan y que el 2021 será un año de mucha paz y salud para todos y cada uno de los ciudadanos.
¡Feliz Año Nuevo!