Una final atípica en el Maracaná
El estadio De sus casi 80 mil sillas, se dispondrán cinco mil para logística, seguridad, periodistas y patrocinadores, entre otros
Las gradas del legendario Maracaná esta vez no rugirán. Sin el aliento de las calurosas ‘torcidas’, Palmeiras y Santos disputarán hoy sábado la final brasileña de la Copa Libertadores 2020, el epílogo de una turbulenta temporada futbolera en Sudamérica. La pandemia alejó a los espectadores de los estadios, pero el valor de la Copa está intacto. En la tercera final brasileña de la principal competición americana de clubes, suspendida entre marzo y septiembre pasados por el acecho del covid, dos equipos paulistas buscan bañarse de gloria en Río de Janeiro.
Los muy parejos Palmeiras y Santos lucharán por su segunda y cuarta Libertadores, respectivamente, luego de haber eliminado a River Plate y Boca Juniors en semifinales, evitando la repetición de la única final argentina hasta la fecha, la del 2018 que coronó a la banda cruzada en Madrid.
Los mejores
El Verdao sufrió ante los millonarios y el Peixe apenas se despelucó contra los xeneizes, y clasificaron con justicia a la que para ambos será la quinta final copera, tras ser los dos equipos con mayor puntuación: Palmeiras (29) y Santos (27).
“No hay favorito. Son dos camisas pesadas del fútbol brasileño y mundial”, dijo a AFP el lateral Pará, el único campeón de la Libertadores 2011 que aún se viste de albinegro.
Como sus compañeros, el veterano zaguero sueña con convertir al Santos en el primer tetracampeón brasileño de Libertadores. Pelé puso los dos primeros trofeos en 1962 y 1963, y Neymar dejó su huella hace una década.
Pará y Marinho son los hombres de más experiencia en un plantel muy joven, comandado desde agosto por Alexi Stival “Cuca”, ganador de la Libertadores en 2013 con el Atlético Mineiro de Ronaldinho.
En su tercera etapa en Santos, Cuca supo blindar al plantel de la crisis económica que azota al Peixe, donde los salarios se atrasan y no se pueden fichar jugadores por un castigo de la FIFA.
Sin una plantilla amplia, apostó por el campeonato internacional y está a un cotejo de salirse con la suya.
Un ataque efectivo con Marinho, el internacional venezolano Yeferson Soteldo y la promesa