Los hábitos antes de la adolescencia
LA NIÑEZ ES UN PUNTO CLAVE PARA QUE AL LLEGAR A LA ADOLESCENCIA SUS HIJOS PUEDAN SENTIRSE CÓMODOS HABLANDO Y COMPARTIENDO EN FAMILIA
Nunca juzgue a sus hijos por sus fracasos, mejor enséñeles a levantarse e intentarlo de nuevo.
Fórmelos de tal manera que cuando llegue la adolescencia usted pueda confiar en su independencia.
Muchos padres se quejan de que sus hijos adolescentes son apáticos, poco comunicativos y que no les gusta compartir en familia... pero ¿se ha preguntado cómo fue el entorno familiar durante la niñez de sus hijos?
Ahí está la clave. Si cuando sus hijos eran niños buscaban la manera de llamar su atención mientras usted estaba con el celular, o querían jugar durante usted estaba atendiendo otra cosa, o simplemente querían tener a mamá y papá atentos a sus necesidades emocionales, pero usted nunca captó eso, no espere que en la adolescencia ellos repliquen otras actitudes.
Si quiere que sus hijos se comuniquen con usted, eso no es algo que sucede de la noche a la mañana, es algo que se forma desde su nacimiento hasta su adultez.
Ya teniendo claro esto, recuerde que la dinámica familiar responde a acciones, ejemplos y hábitos.
Hábitos valiosos
Antes de que sus hijos sean adolescentes, trate de fortalecer estos hábitos: La cena familiar. Es importante cuidar el núcleo familiar y establecer el hábito de comer todos juntos cada día, es imprescindible para que todos estén conectados, y así, cuando llegue la adolescencia, seguirán haciéndolo como parte normal de sus vidas.
Guardar el teléfono en las comidas es necesario para no interrumpir la comunicación y fortalecer el respeto, el momento de comer debe ser prioridad.
Igualmente importante es tener tiempo para conversar, y cuando se trata de adolescentes, captar su atención es un desafío, y más si años atrás eran ellos los que intentaban captar la suya, y usted los ignoraba. Es necesario que como padre o madre tenga el hábito de escuchar y hablar con sus hijos.
El contacto físico es un vínculo afectivo que debe inculcarse desde la infancia, darse abrazos y ser cariñosos no es algo que se aprenda justamente en la adolescencia.
También es importante que los padres comprendan y respeten los intereses de sus hijos y saber de qué tratan para poder mantener una conversación con ellos