Inicio de la vacunación
Una luz al final del túnel ha comenzado a brillar en Honduras con la aplicación de las primeras vacunas contra el covid-19, las que llegan en uno de los momentos más críticos de la pandemia, que en un año suma casi 170,000 contagios y más de 4,024 muertos.
El proceso ha podido iniciarse gracias a la buena voluntad del gobierno de Israel que donó a Honduras un lote de 5,000 dosis de la vacuna Moderna y el anuncio gubernamental de la pronta llegada de los lotes a los que el país accederá a través del mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud y las que se estarían comprando directamente a los fabricantes de la rusa Sputnik V.
Los primeros inoculados han sido una enfermera y un médico de Tegucigalpa, también junto a ellos personal del Hospital María, y se anuncia que hoy continuarán con el proceso en otros hospitales de la región central y norte.
El pueblo demanda que el proceso de vacunación sea transparente y que los primeros en acceder a las mismas sea el personal sanitario que está en la primera línea de lucha contra la enfermedad, y no los funcionarios, los políticos y sus familiares, tal cual ha ocurrido en Perú, Argentina y Venezuela, lo que ha sido calificado como una nueva forma de corrupción de la clase política gobernante en el continente.
Confiemos en que nuestros políticos y gobernantes hayan seguido con interés las denuncias del “vacunagate” en aquellos países y no decidan hacer lo mismo. Ya demasiados yerros se han cometido en el manejo de la pandemia, lo que al final repercute en la precaria atención de la población.
Para garantizar el proceso, no estaría mal que se conforme un sistema de veeduría social que permita evaluar la transparencia, la efectividad y la aplicación en forma uniforme de la vacuna, como lo han recomendado especialistas en el tema sanitario, a quienes, por el bien de la población, es tiempo de que se les escuche