Los perdedores de Libre y PL se unen a Salvador Nasralla
Análisis En los comicios primarios del pasado 14 de marzo, el voto en raya generó múltiples satisfacciones y grandes decepciones. Según un estudio, el 40 por ciento de los hondureños elige en línea recta
De cada cien personas que acuden a las urnas en Honduras, 40 votan en plancha y otro alto porcentaje elige a la mayoría de candidatos de su corriente o partido. Solamente una reducida parte del votante cruza su sufragio.
El bajo promedio de escolaridad, los variados incentivos, las promesas de mejorar sus condiciones de vida y la influencia de los caudillos siguen respaldando el comportamiento electoral hondureño, especialmente en la población rural, según estudios de expertos.
Para el analista Filadelfo Martínez, el voto en cascada “es una opción que el electorado tiene y hay que respetarla... en el respeto de las opiniones, equivocadas o no, de los otros actores reside la cultura política”.
Las primeras posiciones
El interés que representa el voto en raya para los aspirantes a un cargo de elección popular sigue generando una lucha por acaparar las primeras posiciones de diputados.
La ubicación de estos espacios privilegiados usualmente las hace el líder de la corriente atendiendo a negociaciones previas, como compensación sus aportaciones económicas para financiar la campaña, amistad o parentesco.
Una vez ubicado en la primera o segunda posición como candidato a una curul, el solicitante tiene mayores posibilidades de salir electo que aquellos que aparecen en las casillas intermedias o finales, todo por el poder del voto en línea.
El cálculo político...
Hay aspirantes que juegan al cálculo político. El diputado nacionalista Antonio Rivera Callejas abandonó la corriente de Juntos Podemos porque no
le garantizaban la primera posición y se fue a la facción del alcalde capitalino “Tito” Asfura, que sí se la dio. Y le fue bien.
Pero también se dan escenarios inesperados como lo ocurrido al designado presidencial Ricardo Álvarez: el exedil capitalino no salió entre los elegidos por Francisco Morazán pese a haber negociado la primera posición en la corriente Juntos Podemos de Mauricio Oliva.
Álvarez nunca se imaginó que el voto en cascada a favor de Asfura iba a tener tanta influencia negativa en la otra corriente de este mismo partido, un fenómeno pocas veces visto en las elecciones primarias.
El estudio
Consultado sobre el comporpor tamiento de los hondureños en las urnas, Augusto Aguilar, miembro del Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela), dijo que votar de manera continua es parte de la cultura política del hondureño.
Destacó que cuando él era presidente del desaparecido Tribunal Supremo Electoral (TSE), en coordinación con asesores, elaboró un estudio sobre el voto en cascada obteniendo como resultado que “aproximadamente el 40 por ciento vota con una sola raya”.
El restante 60 por ciento no es que cruza el voto, sino que “la mayoría se lo da a su partido (o movimiento) pero deja unas dos o tres marcas para otros partidos” o movimientos. Es una práctica común en las primarias y las generales.
Sin embargo, la voluntad del elector al momento de votar en barra seguida no es precisamente para favorecer a las primeras posiciones, sino porque simpatiza con el candidato presidencial del momento