Migrantes y política partidaria
El creciente número de niños y adolescentes del Triángulo Norte que están ingresando sin ser acompañados por adultos a territorio estadounidense está siendo aprovechado por políticos opositores a la administración Biden para intentar incitar a la opinión pública de su país en contra de las nuevas actitudes humanitarias que contrastan con las aplicadas por Washington durante el último cuatrienio. Lo irónico es el hecho real que los que hasta ayer los despreciaban y satanizaban, hoy se muestran -al menos del diente al labio- como defensores de sus derechos humanos. Paralelamente, se manipulan las redes sociales para atacar al gobierno del actual presidente, sosteniendo que aquellas personas indocumentadas a las que se les está permitiendo radicar temporalmente en EE UU, en tanto se investiga si existen causales legitimas para el otorgamiento de estatus de refugiados, provocaran desempleo y crímenes, una vez concedido el asilo. Con ello, se les está satanizando y prejuiciando, perpetuando falsos estereotipos. Tal politización por parte del ala derechista del Partido Republicano no pierde de vista las elecciones legislativas del 2022 en las que aspira a incrementar el número de escaños en la Cámara de Representantes y el Senado. Es innegable que la Unión Americana requiere de una reforma migratoria integral, que aborde esta compleja problemática tomando en cuenta diversos factores que, de diversas maneras, impactan en la economía y sociedad tanto de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, como en los propios EE UU. Todos los intentos por disponer de una legislación coherente, actualizada, han sido bloqueados en la rama legislativa al no alcanzar suficiente mayoría de votos para su puesta en vigencia. La presente política exterior estadounidense hacia Centroamérica presenta novedades al priorizar como sus ejes fundamentales la migración, corrupción, derechos humanos, gobernabilidad, estado de derecho, vinculando unos con otros, en una visión holística. Su correcta aplicación decidirá si son exitosas o fallidas. Nuestros pueblos esperan que esta vez lleguen hasta ellos y no se queden en quienes las aprovechan para beneficio propio