Reconstrucción de la red vial
El tema del pésimo estado de las carreteras en Honduras ha sido evidenciado esta semana por pobladores del departamento de La Paz, que han salido a protestar por las condiciones de la vía que comunica a las ciudades de La Paz, Tutule, Marcala y La Esperanza, y exigir a las autoridades su reparación.
Los pobladores de esta zona del país, una de las principales productoras de café y granos básicos, demandan desde hace mucho tiempo la recuperación de su red vial, pero no son escuchados por las autoridades competentes, que bien saben las repercusiones que tiene no solo para la región sino que para la economía nacional, la poca o casi nula inversión en estas obras.
Pero el problema no solo se da con las carreteras del departamento de La Paz.
La realidad es igual de dramática en varias regiones del país y lo más angustiante es que el gobierno viene diciendo que no cuenta con presupuestos para atender estas necesidades, ya que los que estaban destinados para este rubro se utilizaron en compras para atender la emergencia del covid-19.
A finales del año pasado se dijo que buscaban un financiamiento con organismos financieros internacionales de 4,000 millones de lempiras para el mejoramiento de la red vial, pero hasta ahora desconocemos si accedieron o no a los financiamientos solicitados.
De momento, las presiones de los pobladores de La Paz dieron su fruto. Ya las autoridades han enviado maquinaria a la zona para iniciar los trabajos de reconstrucción de la vía que conecta las ciudades de Marcala, La Paz y La Esperanza, y anunciaron que la inversión será de 165 millones de lempiras.
Pero el problema no se resuelve con eso. La realidad es que el país necesita de un agresivo plan que garantice la intervención de la red vial a nivel nacional. Eso es prioritario en el proceso de reconstrucción y reactivación económica tras los golpes de la pandemia y los huracanes