Recuperar la inversión extranjera
Honduras está plagada de malas noticias, y una de estas es que la inversión extranjera mostró una reducción del 56% entre 2019 y 2020. Lo anterior significa ni más ni menos que los flujos de capital invertidos en el país cayeron desde los 961.4 millones de dólares a los 416.8 millones de dólares, como consecuencia, según la información oficial, de la desaceleración de la economía y la crisis política y social que se arrastra desde la reelección del actual presidente Juan Orlando Hernández en 2017, y posteriormente, por la pandemia del covid-19 y los fenómenos naturales que azotaron en 2020.
Pero también hay muchas otras causas que han alejado este tipo de inversiones, como los elevados índices de corrupción e impunidad que arrastra el país desde hace años, la inseguridad jurídica y los altos niveles de inseguridad ciudadana y violencia que le colocan en la lista de los países más inseguros del mundo.
Las consecuencias se palpan en el cierre de empresas, la pérdida de miles de empleos y la profundización de la pobreza, que ya golpea a más del 68% de la población.
Con estas informaciones, el panorama económico nacional se pone más complejo y eso obliga a la reflexión de una clase política que hasta ahora no ha dado muestras de importarle el rumbo económico de la nación y de un gobierno que está obligado a definir medidas para enfrentar la crisis que sin duda continuará golpeando a la población en los próximos meses.
Es un año político que debe llamar a la reflexión a quienes están en la cancha buscando la primera magistratura del país, comenzando por deponer los intereses personales y de sus grupos de apoyo y asumir la responsabilidad de trabajar para garantizar la seguridad ciudadana y las inversiones empresariales, así como la seguridad jurídica que tanto se necesita para atraer las inversiones nacionales y extranjeras que se requieren para generar los empleos que la población demanda