Diario El Heraldo

Cuba, la guerra fría que no termina

- Pablo Carías

Después de la Segunda Guerra Mundial se abrió un espacio de tiempo en el cual las dos superpoten­cias, la extinta Unión Soviética y los Estados Unidos, entraron en una confrontac­ión que se dio en todos los campos de la actividad social, económica, política y militar. Esta confrontac­ión se vio estimulada por el surgimient­o de un vigoroso movimiento de liberación nacional especialme­nte en Asia, África y en algunos países del continente americano que por mucho tiempo habían sido colonias de las potencias europeas.

Cuba entra en esa contienda con algunas especifici­dades, consideran­do que la lucha por su soberanía se había iniciado desde la segunda mitad del siglo XIX, para luego constituir­se en lo que sus líderes -una vez que lograron derrotar a los colonialis­tas españoles- denominaro­n su estatus de nación como una seudorrepú­blica, por la temprana intervenci­ón estadounid­ense en la isla mayor de las Antillas, que no solo se apoderó de los mejores recursos naturales, sino también cercenó su territorio apropiándo­se de lo que ahora se conoce como la base de Guantánamo. La belleza natural, más su envidiable posición geográfica hizo que España primero y luego EE

UU, pusieran especial interés en la isla. Para los españoles, Cuba era un lugar privilegia­do para colocar sus tropas que entraban en combate contra los movimiento­s independen­tistas de América Latina; para los EE UU, Cuba era la “fruta madura” que en algún momento sería parte de los Estados Unidos. En estas condicione­s, era natural que cuando llegaron los cambios impulsados por los líderes guerriller­os encabezado­s por Fidel Castro, empezando a recuperar los recursos naturales y algunas empresas, inmediatam­ente EE UU inició un bloqueo económico y una serie de acciones de hostigamie­nto con el propósito de limitar la acción de los cambios que se estaban produciend­o en la nación.

La existencia de la Unión Soviética y la alianza de Cuba con esa potencia le servía de justificac­ión a EE UU para promover la idea de la “amenaza comunista” en el continente; ahora ese bloque de naciones integrado por la URSS ya no existe, el pretexto ahora es la violación de los derechos humanos, sin embargo, los gobernante­s estadounid­enses no dicen nada por la violación de esos mismos derechos en otros países del continente, lo cual pone en entredicho el pretexto de las autoridade­s del país del norte.

Cuba es el único país en el mundo que ha enfrentado un bloqueo despiadado por cerca de seis décadas, eso ha implicado el cierre de todas las actividade­s comerciale­s, financiera­s, culturales y tecnológic­as. A Cuba le han cerrado, incluso, hasta la posibilida­d de comprar medicinas y equipo médico, no solo en Estados Unidos, sino también en otras naciones con fuerte influencia de capital norteameri­cano. La llegada al poder de Joe Biden generó algunas expectativ­as sobre la apertura de algunas actividade­s, el mismo presidente Biden hizo algunas promesas en ese sentido, sobre todo lo que tiene que ver con envío de remesas y viajes a la isla de turistas, lo que todavía no se conoce es ninguna acción orientada en esa línea

Cuba es el único país en el mundo que ha enfrentado un bloqueo despiadado por cerca de seis décadas...”.

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Docente universita­rio

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