Amando a Amanda
Nos flechamos en 1990, tras alguna Jornada de la Lengua convocada por la embajada de España. Amanda Lizet Castro Mitchel laboraba en la Universidad de Colorado (EUA), doctorándose luego en la de Pittsburgh, peso académico que jamás anuló el casto y social amor a la poesía que la caracterizó. La adulé diciendo que a maravillas su nombre evocaba sensualidad ya que amanda viene de amandus en latín, gerundio de amar, y que sentencia a quien lo posee como “la que obliga a ser amada”. Mejor, en lengua siria es ah-fugdala (árbol hermoso) y en portugués vocablo de suave sabor, amêndoa, almendra o Prunis dulcis. Leímos juntos y fuimos amigos cuando otro congreso en el Instituto Ibero-americano de Berlín, Alemania, donde la acompañaban varias estrellas hondureñas de la palabra.
Normalista más tarde graduada en sociolingüística con certificado de estudios latinoamericanos, era su profesión real la de chamana, oficio que invoca al cosmos para salvar la humanidad pues los cantos iluminados son como de poeta, quien administra al sueño para atraer sanidad mental y espiritual. Recitar el “Canto coral a Tupac Amaru”, de Alejandro Romualdo, libera. “Lo harán volar con dinamita / en masa lo cargarán, lo arrastrarán / a golpes le llenarán de pólvora la boca / lo volarán: ¡Y no podrán matarlo!”
En entrevista que escandalizó a obsesivos cristianos dijo a Salvador Madrid: “Quizás la sangre es mi libro ya que marca mi salida del clóset poético; aunque mi discurso fue siempre lésbico muchos y muchas se negaron a verlo como tal, porque había estado dirigido a Honduras tratada como mujer y eso en nuestra cultura es admisible, mientras que una mujer escribiéndole poemas de amor a otra mujer de carne y
Normalista más tarde graduada en sociolingüística con certificado de estudios latinoamericanos, era su profesión real la de chamana...”.
hueso está prohibido”...
Y luego, para sorprender al colegio cardenalicio, su libro “propone juegos de simbiosis entre las mujeres que he amado, cuerpos femeninos que son mi Honduras con sus verdes caderas, montañas y húmedos valles, poesía con la humedad de su lengua envuelta en el más exquisito placer oral que pueda gozarse, la sangre recobrada como elemento no sólo de sufrimiento y muerte sino como símbolo de reproducción y de la fuerza productiva que cargamos las mujeres en nuestras propias entrañas.
Y finalmente la muerte, otra mujer que me acompaña siempre, nos acompaña a todos aunque nos neguemos a verla”.
Escándalo, bofetada al sistema no solamente político sino machista de la cultura nacional, para entonces engolosinado con versos políticos que exilaban de la aceptación lectora, pues no los usaban, a estetas cual Antonio José Rivas, Edilberto Cardona Bulnes y Amanda, supuestamente ajenos por ello “a la revolución”. “Mi preferencia sexual” sentenció “se vuelve postura política”.
Que no significaba egoísmo sino rebeldía. “La mujer, cuya voz ha sido acallada por los aparatos represivos tipo sociedad, familia, educación e iglesia, supone NO hablar, no pronunciar sus pensamientos en voz alta, y mucho menos atreverse a publicarlos”.
Feliz cumpleaños este 12 de octubre, hermana de próspera poesía, rebelde con causa. Como modularan Simon y Garfunkel en 1970: “Your time has come to shine / all your dreams are on their way”. En 2008 le otorgaron la Hoja de Laurel en Oro, que interpretamos es para la eternidad