Escanear a un corrupto para darle poder
Los usos y abusos de las elecciones tipo Honduras han replanteado la necesidad de usar más tecnologías y menos corruptos. Una lógica moderna para salvar las democracias tropicales en estos países donde el voto se hunde y el fraude flota.
Esa fue la cantaleta que utilizaron para explorar un objeto mediante la emisión de electrones y después registrar la imagen: los fabulosos escáneres; además, se compraron por miles, con la idea de vigilar los procesos electorales amañados y amarrados para ser parte del botín, así pues, alguien se encargó de eso con una precisión delictiva: un contrato directo por L 41 millones con la empresa Mapa Soluciones para la transmisión de datos electorales del último proceso general en 2017. Para ello, se hizo uso de los aparatos electrónicos. Desde junio de 2017, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) refrendó y amplió las denuncias e investigaciones que involucran a la empresa Mapa Soluciones. En ese año, una cadena de cuestionamientos para que Mapa Soluciones retirara sus servicios del entonces Tribunal Supremo Electoral (TSE), por parte del Partido Liberal y Libre, es decir, dos de los partidos políticos más fuertes presentaron y razonaron el origen de sus dudas, arrastrando intereses que involucran a la actual administración gubernamental.
Desde antes de esas aturdidas elecciones, el CNA avanzaba en una línea de investigación amplia, donde se indagaba sobre la participación de las empresas en los procesos electorales, entre ellas Mapa Soluciones, que se constituyó en 2009 y, a su vez, rápidamente suscribió un contrato mediante la contratación directa por un acuerdo de emergencia emitido por el TSE, para que ellos desarrollaran el sistema TREP en sus componentes A, B y C, por un valor de L3.5 millones. Como su trabajo fue “impecable”, en el año 2012 se volvió a contratar para que desarrollara los mismos componentes y, por supuesto, los mismos resultados. Asimismo, se le entregó un contrato de L 10 millones para que actualizara el sistema que había suscrito en 2009, presentándose el primer hecho relevante en el proceso investigativo, ya que le hubiese salido mejor al TSE comprar nuevamente el sistema que actualizarlo y eso costó tres veces más. Así operó esa “empresa” que en verdad era un comerciante individual, sin historial, pues nunca ha sido contratado más que por el TSE desde su creación, su perfil lo ha tenido solo con el ente electoral, es decir, una empresita creada para tal propósito, un negocio bien escaneado, porque nada genera más ganancias que el poder emanado de una democracia fallida.
Cuatro años después, el Ministerio Público inspeccionó las bodegas de la empresa Mapa Soluciones, con relación a la denuncia de fraude del CNA involucra a los exmagistrados del extinto TSE. Hoy, el Consejo Nacional Electoral (CNE) tiene nuevas caras y otro rótulo, pero siguen conservando las mismas prácticas. Ya sabemos los resultados mientras la fiesta se amenice con políticos en un ente de transparencia que pone el destino de una nación en manos de corruptos ambiciosos, que ni escaneándolos en esos 2,711 escáneres que fueron utilizados para el escrutinio de aquellas viejas elecciones, mismas de las que nadie se quiere acordar
Usos y abusos de las elecciones tipo Honduras”.