Hacia un nuevo tipo de alianza
Por cuestiones de normativa electoral, algunos dicen que lo que se ha dado es un acuerdo político y no una alianza. Ambos conceptos aluden a una unión entre partes, una unión tiene como objetivo lograr un propósito del cual cada uno de sus integrantes espera obtener resultados superiores a los alcanzados individualmente.
La alianza que ahora se integra incorpora al partido Libertad y Refundación (Libre), cuya candidata Xiomara Castro
de Zelaya se pone al frente de esta instancia organizativa. Al hacerlo agrega una fuerza que unida no solo suma los votos de cada una de las organizaciones, sino que también agrega una calidad al proceso que le hace presentarse con un alto grado de madurez política, hecho que para muchos por ahora no tenían por quien votar, lo harán en favor de esta nueva fuerza.
El único partido, de un caudal electoral nada despreciable, que ha quedado fuera de la alianza es el Partido Liberal, partido cuya dirigencia deberá analizar con mucho cuidado la necesidad de formar parte de ese esfuerzo. Esta pudiera ser la única manera de mantener con vida a esa organización, no vaya a ocurrir que muchos candidatos a alcaldes y a diputados decidan hacerlo por su cuenta, antes de verse perdidos en sus aspiraciones personales.
Con la constitución de este espacio electoral, se ha abierto una dinámica que le cambia el rumbo al proceso. En el partido de gobierno se empieza a ver una mayor preocupación, una de esas preocupaciones ha sido el cambio de estrategia en su costosa propaganda. De aquellas consignas que presentaban a su candidato “como el mejor”, sin decir mejor de quién, a unos mensajes con un trasnochado contenido anticomunista, donde la figura principal es la del fenecido líder venezolano Hugo Chávez, con lo cual demuestran que no tienen una consigna que recoja un hecho de carácter nacional que los reivindique ante el electorado. De promover la figura de su candidato, pasó a deturpar la figura del contrario. Un signo de desesperación.
Una alianza, en todo proceso político, debe considerarse como el primer paso y quizás el más importante. Pero, un gobierno surgido de un convenio, si es que las fuerzas políticas actúan con transparencia y madurez, condiciona el segundo paso, y es que, en caso de alzarse con la victoria, ese paso debería estar pactado en acuerdos susceptibles de ser aceptados por las partes, de lo contrario, el resultado podría resultar más dañino que lo que se busca resolver. Las alianzas son convenios donde se ceden espacios para potenciar una instancia superior en que se convienen responsabilidades y, en este caso, resultados en favor del pueblo.
Es necesaria una plataforma mínima de gobierno que, entre otros puntos, busque revertir toda la institucionalidad jurídica desmantelada por el actual gobierno, crear instancias sólidas que permitan recuperar y castigar a los responsables de tanto robo a las finanzas del Estado. Constituir un gobierno transparente y de búsqueda del bien común.
Buscar ventajismos personales y de grupo en una coyuntura como la que vive el país, un país destruido, sería un acto de inmoralidad pública
Es necesaria una plataforma mínima de gobierno”.