Estado de excepción en Colón tras masacre
Violencia En una finca de Trujillo un grupo armado dio muerte a tres agentes. Policía montó operativo para capturar a criminales
En estado de excepción permanece el departamento de Colón desde las 9:00 de la noche de ayer por instrucción de la presidente Xiomara Castro, horas después que se registrara una masacre que dejó tres policías muertos.
“(A la Secretaría de Seguridad y Policía Nacional ) les instruyo restringir circulación y fronteras de Colón, estableciendo retenes en todo el país hasta capturar a despiadados criminales”, indicó Castro en una publicación de Twitter. En una emboscada, tres agentes policiales fueron acribillados por sujetos desconocidos fuertemente armados en una finca de la comunidad de Agua Amarilla, Trujillo, en el departamento de Colón, apenas instantes después que el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, hiciera presencia en ese departamento.
Los malogrados hombres fueron identificados como el clase I Jairo Posadas, así como Jonathan Ramos (27) y Juan Murillo (37), estos dos últimos miembros de la escala básica de la Policía Nacional.
Según el informe policial preliminar, el hecho se suscitó la tarde de ayer en la aldea Agua María, Trujillo, Colón, cuando los uniformados realizaban el cumplimiento de una denuncia recibida minutos atrás.
En el reporte se informaba sobre presencia de un cadáver dentro de un vehículo color rojo, tipo pick-up, que se encontraba a la orilla de la calle con las llantas ponchadas.
De inmediato, los miembros de la institución armada procedieron a investigar el lugar, sin embargo fueron interceptados por sujetos desconocidos, quienes dispararon en contra de ellos.
Los policías murieron en el lugar tras el enfrentamiento. Luego de los hechos, el alto mando policial ordenó una operación de rastreo y captura de los sospechosos de este atentado criminal. El director general de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, expresó que “he ordenado toda una operación en toda la zona y no descansaremos hasta dar con el paradero de quienes de manera cobarde dieron muerte a nuestros compañeros”.
Los cadáveres de los tres policías quedaron tirados en la solitaria calle a pocos metros uno del otro, a un costado de la patrulla número PN-402, en la que se transportaban. Según informes preliminares, los agentes estaban asignados de forma temporal a la Unidad Departamental Policial (Udep) número 2 de Colón. Preliminarmente se conoció que la masacre de los miembros policiales se produjo minutos después que el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, abandonara el municipio de Tocoa, Colón, tras sostener reuniones con autoridades policiales en cumplimiento de una petición de la presidenta Xiomara Castro debido a problemas de tenencias de tierras