No son boy scouts
Se fue al fin el expresidente JOH a Nueva York, en donde le espera un juicio que acaparará la atención internacional, pues tal y como fuimos testigos fueron muchos los medios internacionales que le dieron cobertura noticiosa a su extradición. De nuevo, es a través de las noticias internacionales que nos damos cuenta de lo que aquí en nuestro país los medios locales callan. Y es que para JOH el soborno fue la piedra angular con la que él creyó estaría a salvo de la justicia estadounidense y hasta de la divina. Fue el escudo que utilizó para que en nuestro patio no se sacara a la luz pública, por ejemplo, el fraude electoral en las elecciones de 2013 y 2017. Fueron el propio fiscal general de EE UU, Merrick Garland, y altos funcionarios del Departamento de Justicia quienes presentaron los cargos contra el expresidente hondureño e hicieron mención de un asunto tan delicado como el fraude electoral. De oficio nuestras autoridades deberían realizar el trabajo que les corresponde para aclarar esa situación mencionada en Nueva York, para encontrar a los cómplices del delito electoral, pues solo JOH no pudo hacerlo. Esto es muy importante, pues no debe repetirse en nuestro país que por esa vía fraudulenta se acceda a cargos de elección popular en todos sus niveles. El Congreso Nacional también debe exigir que se haga una investigación al respecto, pues eso fue la génesis de una de las épocas más oscuras vividas por nuestra nación. En el mundo del hampa —con el que al parecer se relacionaron los hermanos Hernández Alvarado— no son boy scouts los que lo integran y argumentar que no tienen la solvencia moral para acusar a nadie resulta poco válido para el sistema judicial norteamericano, en el cual tanto vale el testimonio de una monja como el de una prostituta. Los fiscales del Distrito Sur de NY están listos, ojalá que la defensa cambie de argumentos.