Entrenar de más puede causar procesos inflamatorios o de rotura muscular.
Llevar una vida sana es sinónimo de evitar el sobreentrenamiento. Hay que hacer deporte de manera responsable, moderada, lo que quiere decir que más no significa mejor. buen margen.
Realizar ejercicio en una mayor dosis de lo debido incrementa la frecuencia cardíaca, lo que puede llevar a una taquicardia. Asimismo, existe la probabilidad de padecer lesiones que pueden ser de gravedad. El sobreentrenamiento en determinados deportes o actividades físicas puede provocar tendinitis. También es posible sufrir alguna contractura o fractura por estrés óseo, debido a la pérdida de masa de los huesos.
¿Cómo identificarlo?
Una de las mejoras principales y más visibles del entrenamiento es el progreso. Si este sufre un estancamiento, quizá haya un error que se tenga que corregir. Una señal de alerta sería un retroceso en sus marcas o en la dificultad para alcanzar metas que previamente había logrado con solvencia.
Y el dolor también tiene que ver. Los músculos necesitan descanso para su recuperación y regeneración, no solo los signos son a posteriori. También se estaría ante un problema si al empezar una sesión nota rápidamente dolor. Recuerde que entrenar de más puede causar procesos inflamatorios o de rotura muscular.
Otra de las señales por medio de las que el cuerpo anuncia que está en dificultades es la deshidratación. En ocasiones, al estar sobreentrenados, la sed no se pasa por mucho que se beba. En este estado se tiene sed de forma constante y la bebida no repara suficientemente el déficit de agua. El organismo busca con urgencia nutrientes para revitalizarse.
Por último, la prolongación del ejercicio intenso y continuado debilita el sistema inmunitario. La consecuencia más clara es la aparición de enfermedades, especialmente las infecciosas y respiratorias, como dolores de cabeza, tos o gripe. A ellas se les unen alteraciones hormonales, como disminución del volumen menstrual en las mujeres; y en los hombres, de la libido