RODRYGO, EL DUEÑO DE LOS GOLES HEROICOS
Historia El autor de dos tantos en la semifinal de Champions tiene una vida particular. Sus padres lo trajeron al mundo cuando eran menores de edad y su papá fracasó en el fútbol profesional
Si su papá fracasó en su sueño de triunfar en el fútbol profesional, él encarnó el deseo de su progenitor y hoy con 20 años es uno de los nombres de moda en uno de los equipos más grandes de la historia: Rodrygo Goes.
“Dios me miró y me dijo: `es tu día'”, dijo 13 de haber liderado la voltereta histórica del Madrid ante el City. Lideró al Real con dos goles agónicos (al 90 y 91) y ratificó que está hecho para el mejor torneo de clubes del mundo: 11 goles en 26 partidos de Champions. Ante el Chelsea ya había aparecido con un gol clave sobre el final y en La Liga ha aparecido con goles determinantes viniendo desde el banco.
“Siempre supe que el día de darte la enhorabuena llegaría, mi amigo. Eres un iluminado y todavía vas a traernos muchas alegrías”, dijo Pelé para referirse a un chico que llegó a la capital española como adolescente y que se ha hecho hombre a punta de goles decisivos.
¿Cómo fue su ascenso?
No solo es el dueño de las dianas épicas, sino que es el dueño de una particular historia. Eric Batista y Denise Goes se enamoraron y siendo menores de edad trajeron al mundo a ese niño talentoso, que nació en 2001 en la ciudad más grande de Brasil (Sao Paulo) y tuvo un crecimiento en un entorno de clase media.
Su padre no solo le inculcó la pasión por el fútbol, sino que con su admiración por Robinho hizo que el pequeño Rodrygo emulara un fútbol parecido al del exdelantero del Real Madrid.
Su talento con la redonda hizo que con nueve años recalara en las inferiores del Santos y en 2017 ya estaba en el primer equipo. Un año más tarde ganó el premio de jugador promesa de Brasil y en 2019 dio el salto a Real Madrid a cambio de 40 millones de euros. Un debut con gol (ante el Bayern Múnich) dejó claro que había caído con pie derecho en la Casa Blanca y hoy tiene enamorado al madridismo... y soñando con la decimocuarta Champions