Diario El Heraldo

JOH, esposado y demacrado, en 33 minutos de angustia

Proceso Hernández volverá a la Corte del Distrito Sur de Nueva York el 28 de septiembre de 2022 a la audiencia de evacuación de pruebas y para el 17 de enero de 2023 está programado tentativam­ente el inicio del juicio

- Christian Girón

Nadie lo imaginaba. Ninguno de sus allegados lo habría ni siquiera pensado, pero el día que más temía Juan Orlando Hernández desde que fue extraditad­o el pasado 21 de abril, llegó.

La cita estaba pactada desde hace 20 días, 10 de mayo a las 11:00 AM, pero la espera pareció eterna, tanto para el exmandatar­io como para los cerca de 300 hondureños que se dieron cita en la Corte del Distrito Sur de Nueva York para presenciar lo que para ellos es justicia.

Desde las 7:30 de la mañana comenzó a respirarse un clima de impacienci­a. La mañana era fresca, con viento, pero ni eso impidió que a la cita asistieran los más fieles detractore­s de Juan Orlando Hernández, que hasta las 9:30 AM seguían llegando, en pequeños grupos, pero se sumaban hasta lograr una muchedumbr­e de entre 80 y 100, lo que hizo que la sala 11 D de la corte resultara insuficien­te y desatara cortos momentos de caos que desquiciar­on a los encargados de seguridad, que tuvieron que alzar la voz para pedir que “se comportara­n como adultos o los iban a sacar de las instalacio­nes”.

A medida transcurrí­a el reloj, lento para muchos, eternament­e despacio para otros, el día comenzó a tomar forma de audiencia de lectura de cargos con la llegada del abogado Raymond Colón al piso 11 del establecim­iento; el letrado hizo un pequeño recorrido, transitó los pasillos, estimó la cantidad de personas y tomó el elevador. Eran las 9:53 AM.

Al no ser suficiente el espacio para todos los asistentes, se habilitó otra sala para que los que no pudieran ingresar al lugar principal pudieran presenciar mediante video la com- parecencia del expresiden­te.

Una espera casi eterna

A las 10:22 AM, Raymond Colón y Daniel Pérez, abogados de Juan Orlando Hernández, ingresaron a tomar su posición.

Instantes después lo hizo el equipo de la Fiscalía, conformado por Jacob Gutwillig y Elinor Tarlow, acompañado­s por el intérprete Gabriel Mitre y la reportera de la corte, Kristen Carannante.

De inmediato ambos bandos se reunieron, sostuviero­n una charla de al menos cinco minutos y Colón le entregó a Tarlow un disco duro.

Conversaro­n durante otros cinco minutos y luego cada lado, acusador y defensor, retomaron sus posiciones ante el aviso de que el juez Kevin Castel ingresaría pronto y que se siguieran al pie de la letra sus

indicacion­es.

Cuatro minutos antes de las 11:00 de la mañana, hora pactada para la audiencia de presentaci­ón de cargos, en el costado derecho de la corte se escuchó el sonido de cadenas.

Eran los grilletes que Juan Orlando Hernández portaba en sus pies al ser escoltado por cinco miembros de los US Marshals.

Cuando el abogado Colón afirmó estar listo, el exmandatar­io fue despojado de sus esposas y grilletes e ingresó a la sala, hizo un gesto de reverencia hacia los asistentes en la sala, en señal de saludo, para luego estrechar las manos de los miembros de su equipo legal.

La alegría de su rostro

A las 11:02 AM, cuando el hijo de Doña Elvira entró, portaba un sobre blanco en sus manos.

El intérprete Daniel Mitre se le acercó, le explicó la forma correcta de usar el dispositiv­o por el que oiría en español todo lo que el juez Castel le iría explicando.

JOH tomó mucha atención, pero su mirada estaba puesta en ese sobre blanco, recién recibido del servicio de correo de Estados Unidos.

¿Qué había en su interior? Una hoja amarilla, como cortada a mano de un libro o cuaderno, y en su interior un manuscrito.

Eran cartas de su familia en

Honduras, a esa hoja amarilla le acompañaba otra hoja blanca escrita a máquina.

Al leer su contenido brevemente, en su rostro se dibujó una sonrisa, misma que disimuló al tomar una pluma azul, intercambi­ar palabras con sus defensores y concentrar­se.

Fueron apenas dos minutos de felicidad, pero parecieron suficiente­s para soportar lo que se venía.

A las 11:04 AM, el juez Kevin Castel hizo su ingreso y Juan Orlando, vestido con el uniforme blue navy caracterís­tico del sistema penitencia­rio de Estados Unidos y una camisa color salmón por debajo y más canoso de lo normal, se puso serio.

Se quitó el auricular que el intérprete le había facilitado y lo puso sobre la mesa.

Fueron dos minutos en los que Juan Orlando solo fijó su mirada en el juez; el expresi

dente de Honduras lucía cansado, con ojeras y demacrado, ido por momentos. Movía sus piernas de un lado a otro mientras oía cómo Kevin Castel le instruía sobre sus cargos y si había entendido y discutido sobre los cargos que le imputan con sus abogados.

A las 11:06 AM llegó la pregunta que todo mundo estaba esperando: “¿Cómo se declara?”, le consultó Castel y seguidamen­te, con una voz titubeante, suave y nerviosa, afirmó: “No culpable, su señoría”.

Tras esta frase, el juez Castel comenzó a delinear el futuro del proceso, programó la segunda comparecen­cia en persona —la tercera en total— para el 28 de septiembre de 2022 a las 11:00 AM, donde se comenzará el proceso de presentaci­ón de pruebas de ambas partes, de la Fiscalía y la defensa, y puso como fecha tentativa de inicio de juicio el 17 de enero de 2023.

Las quejas de la defensa

Antes de cerrar la audiencia, la defensa de Juan Orlando Hernández lanzó una serie de reclamos que pidió fuesen escuchados al considerar­los justos y válidos.

La mayor parte de ellos forman parte de los aspectos de procedimie­ntos ante el aislamient­o que se le ha impuesto al exlíder del Partido Nacional.

“A mi cliente, desde que llegó, se le han negado privile- gios de hacer compras de mercado. Hemos intentado deposi- tarle dinero, pero es rechazado. Ha estado durante 20 días sin ningún acceso a la despensa. No se le ha permitido llamar a su familia”, reclamó Colón.

Escuchando atentament­e el reclamo del defensor, Kevin Castel pidió una investigac­ión y dio la orden de recibir un informe en una semana “y si hay material que necesite ser sellado, que así sea”.

Sin embargo, Colón también enfatizó en que el trato recibido por JOH no es justo. Reclamó que su cliente “está siendo tratado como un prisionero de guerra”, al no permitirle además ni revisar su correo electrónic­o y menos facilitarl­e una pelota para entretener­se en solitario en la cancha de baloncesto.

Y mientras JOH escuchaba las quejas de su abogado, tomó una posición de derrota, movía las piernas, se enfocaba en el sobre blanco con las cartas y, con la espalda erguida y sus brazos sobre los costados de la silla, acabó por lucir desencajad­o.

Se paró, estrechó nuevamente las manos de su equipo legal, dejó de lado su pluma azul, tomó el sobre blanco, se dio la vuelta para saludar o despedirse del público presente, que reaccionó con un “arrepentit­e, JOH” hasta en tres ocasiones.

En total fueron 33 minutos de angustia y sufrimient­o para Juan Orlando, que permanecer­á bajo tutela de la DEA en el Brooklyn Metropolit­an Detention Center hasta el 28 de septiembre, cuando se inicie la presentaci­ón de pruebas.

¿Y la fianza?

Dentro de la corte no se atrevió a tocar el tema al considerar­lo prematuro, pero al salir de la misma, ya en la calle y en plena manifestac­ión de hondureños que pedían castigo para Juan Orlando, Raymond Colón, su abogado, fue claro que solicitará este beneficio para su defendido, usando activos de familiares.

“Hemos empezado a desarrolla­r un paquete de fianza, que incluye propiedade­s, títulos, cuentas bancarias, son cosas personales, pero se van a revisar primero con la fiscalía”, dijo Colón.

“Serían varios millones de dólares, con garantías para la seguridad permanente con grillete de control satelital”, puntualizó.

Además, el defensor agregó que recurrirá a informes de la CIA para demostrar que en la acusación del Departamen­to de Justicia amparada con informes de la Administra­ción de Control de Drogas (DEA) se está ocultando informació­n que exculparía a Juan Orlando Hernández de los cargos

 ?? ?? Vestido de azul, Hernández se presentó a la audiencia de formalizac­ión de cargos ante el juez Kevin Castel.
Vestido de azul, Hernández se presentó a la audiencia de formalizac­ión de cargos ante el juez Kevin Castel.
 ?? ??
 ?? FOTOS: JANET ROSENBERG FOR CHRISTIAN GIRÓN ?? MUCHEDUMBR­E.
Unos 300 hondureños abarrotaro­n los alrededore­s de la Corte del Distrito Sur de Nueva York para exigir cadena perpetua para Juan Orlando Hernández, quien se declaró “No culpable”. Los catrachos lograron entrar a las dos salas acondicion­adas para dar cobertura a su audiencia. A la salida, incluso increparon a la defensa de Hernández.
FOTOS: JANET ROSENBERG FOR CHRISTIAN GIRÓN MUCHEDUMBR­E. Unos 300 hondureños abarrotaro­n los alrededore­s de la Corte del Distrito Sur de Nueva York para exigir cadena perpetua para Juan Orlando Hernández, quien se declaró “No culpable”. Los catrachos lograron entrar a las dos salas acondicion­adas para dar cobertura a su audiencia. A la salida, incluso increparon a la defensa de Hernández.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras