Los paros del transporte de carga
Las tomas de carreteras, sin importar el daño que hacen a la población y a la economía del país, se han convertido en el mecanismo de protesta más común a nivel nacional. Esta semana les ha tocado a los transportistas de carga ser los protagonistas de los bloqueos de carreteras en puntos estratégicos de la geografía nacional para llamar la atención de un pliego de demandas, que dicen arrastran desde hace muchos años, sin que ningún gobierno se preocupe en atender sus peticiones.
Su demanda central es el pago de una tarifa de 1.24 dólares por kilómetro recorrido que los empresarios se niegan a pagar, pero suman otras como la competencia desleal de parte de navieras, logísticas y de transporte internacionales, los altos costos del combustible y de la canasta de repuestos.
Tras dos días de protestas que dejan al Estado pérdidas económicas diarias de alrededor de 700 millones de lempiras más miles de personas varadas en las vías públicas o en las terminales de transporte; de retrasos en el comercio nacional y regional, en los puertos y aeropuertos, los transportistas en paro no han recibido respuestas.
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) ha salido a demandar que se genere pronto un diálogo entre las partes en conflicto y que se busquen respuestas a las demandas en el marco de la Constitución y las leyes de la República.
Han pedido al Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT) que asuma su responsabilidad cumpliendo y haciendo cumplir las leyes.
Un llamado que nos parece sensato en momentos de crisis, en los cuales el diálogo debe prevalecer frente a las acciones de fuerza que, como las tomas de carreteras, al que más afecta es a la población que, al final del día, ve afectada su alimentación, su salud, sus empleos y sus fuentes de ingresos ●●