Los pandilleros salvadoreños
El HERALDO inició ayer la publicación de una investigación en la que evidencia los temores de las poblaciones fronterizas con El Salvador por la presencia de pandilleros que huyen de las políticas represivas en contra de estas organizaciones criminales impulsadas por la administración de Nayib Bukele.
El equipo periodístico conoció que los pandilleros ingresan al territorio hondureño por puntos ciegos que resultan fáciles de cruzar por la ausencia de autoridades nacionales.
En Caridad, Valle, documentaron el caso de un hombre con tatuajes en casi todo su cuerpo, quien —según versión de los pobladores— cuenta con una máquina para hacer tatuajes y vende drogas a los jóvenes de la comunidad.
La situación no es fácil para la población civil que vive atemorizada por la presencia de los extranjeros y la ausencia de las autoridades policiales hondureñas, lo que sin duda favorece la locomoción de los salvadoreños que huyen de la cacería lanzada contra ellos por Bukele.
La situación de violencia en Honduras no está alejada de la que se enfrenta actualmente en El Salvador, con alzas en el número de homicidios y altos niveles de impunidad, que agravan la inseguridad ciudadana.
Tampoco el que la presencia de personas ligadas a las estructuras violentas en El Salvador podrían disparar la violencia y la comisión de actividades ilícitas en poblaciones rurales, con bajos registros delincuenciales.
Por esta razón, la preocupación de los pobladores de la zona fronteriza no es infundada y su clamor de más presencia de las autoridades hondureñas debe ser atendido con rapidez para garantizar la seguridad ciudadana y encaminar el fortalecimiento de las instituciones estatales e implementación de políticas de seguridad ciudadana firmes para frenar su avance y el temor que estos grupos antisociales infunden —y ejercen— entre la población en general