Diario El Heraldo

Solo 14 mil fosas disponible­s hay entre cementerio­s municipale­s del DC

Abandono Suciedad, olvido e insegurida­d son elementos en común que predominan en los camposanto­s municipale­s. La falta de personal de seguridad impide a familias visitar a diario a sus seres queridos fallecidos

- Lorena Martínez El Heraldo diario@elheraldo.hn

Además de soportar el dolor por la pérdida física de un familiar, los dolientes deben hacerse a la idea de que tampoco podrán contemplar sus tumbas si los restos mortales descansan en un cementerio municipal.

El General, Sipile, Divino Paraíso, Jardín de los Ángeles y El Durazno son los cinco cementerio­s municipale­s que hay en el Distrito Central.

Sin embargo, solo hay 14 mil fosas libres distribuid­as de la siguiente manera: ocho mil en Jardín de los Ángeles y seis mil en el Divino Paraíso. Es decir que los tres restantes ya están en su capacidad máxima.

Pese a ello, la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), a través de la Gerencia de Orden Público, dirigida por Marco Méndez, dijo a EL HERALDO que de momento no hay planes de construir un nuevo cementerio que garantice más espacios para personas de escasos recursos económicos que no pueden costear un entierro digno para sus seres queridos fallecidos.

“En Los Ángeles (cementerio) hay bastante espacio. Por los momentos no se está consideran­do hacer un nuevo cementerio, pero si hay necesidad se va a dar apertura a otro, pero no de momento”, aseveró Méndez.

Patrimonio

El Cementerio General es el camposanto más antiguo.

Sus 35 manzanas de terreno albergan a más de 900 mil personas, entre ellas expresiden­tes como Tiburcio Carías Andino, escritores y otros personajes destacados del país. En 1995 fue declarado Patrimonio Histórico Nacional y hoy, la administra­ción edilicia trabaja en fomentar el necroturis­mo en ese lugar.

A solo metros del Cementerio General se ubica el Sipile, otra necrópolis en abandono. En ese lugar ni siquiera hay portón principal, su muro está por colapsar y no hay ni un solo guardia de seguridad.

Por su parte, en el Divino Paraíso las condicione­s mejoran, pero también requiere mantenimie­nto, que se levante un muro perimetral y se asigne personal de seguridad, dijo Benancio Villalta, asistente de la administra­ción

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