Albergados de La Esperanza no quieren ser reubicados
Gestiones La Alcaldía anunció que estudia la posibilidad de concentrar damnificados en dos espacios; las opciones son el Instituto Central, la UNAH o la Villa Olímpica
Pese a las atenciones brindadas por la Alcaldía Municipal, las once familias damnificadas (trasladadas al Centro Comunitario Juvenil de la colonia La Esperanza) permanecen en incertidumbre, no tienen un hogar y necesitan generar ingresos para sobrevivir.
Una de ellas es Lilian Barahona, quien en su penuria se conformaría con una olla para cocer elotes y salir a vender para mantener a su madre, también albergada y con capacidades especiales. “Si alguien de buen corazón quiere ayudarnos, les comparto el número de mi mamá que es el 9988-6593”, resaltó Barahona.
Otro drama lo encarna Fanny Martínez, pues más allá de no tener casa, estar embarazada y tener cuatro hijos, su preocupación se concentra en la falta de medicamentos para la úlcera estomacal de su papá, José Martínez, de 82 años. “También tiene anemia profunda, todos los problemas se sumaron. En el caso de mi papá necesitamos comprar esas ampollas (receta médica); cuestan casi dos mil lempiras. Si quiere apoyar,
mi número es 8886-2496”, expresó a la vez que advirtió que, al igual que los demás damnificados, no le gustaría ser trasladada a un macroalbergue.
Rina Guillén, líder de la comunidad y encargada del albergue, explicó que las familias alojadas no tenían casa propia y alquilaban en una cuartería en la colonia 28 de Marzo. “Creo que serían trasladados al Instituto Central, pero no se quieren ir. Una opción sería pagarles uno o dos meses de alquiler como ayuda para que puedan recuperarse”, recomendó.
El alcalde Jorge Aldana detalló la noche del domingo que disponen de un presupuesto inmediato de quince millones de lempiras para diligencias rápidas y puntuales para atender albergues, reparaciones y contrataciones.
También estudian la posibilidad de solo dejar dos macroalbergues: uno para Comayagüela, que se habilitaría en el Instituto Central Vicente Cáceres, y otro para Tegucigalpa, ya sea en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) o la Villa Olímpica