SOBREVIVA A UN JEFE NARCISISTA
Los narcisistas se sienten atraídos por el poder y el estatus, y pueden ser hábiles para transmitir confianza
La toma de decisiones narcisistas se está volviendo más frecuente en los círculos profesionales. Las redes sociales están contribuyendo.
Todos conocemos a personas que anhelan atención, que se desviven por la validación externa, que tienen una autoimagen inflada y que, a toda costa, buscan elogios —reales, forzados o hipócritas—.
Comportamientos que, de acuerdo con Psychology Today, podrían atribuirse al narcisismo, un término que evoca curiosidad y precaución, y que ha permeado, de extremo a extremo en el entorno laboral. Así que la capacidad de detectar y sobrevivir a un jefe narcisista puede ser la diferencia entre potenciar su propia capacidad o no.
¿Y cómo se detectan tipo de personas?
El narcisismo abarca un sentido exagerado de derecho y de importancia personal. Va más allá del ego y vira hacia este
Solicite apoyo
El comportamiento humano es complejo. Si bien puede sentirse seguro de influir en la persona narcisista, es poco probable. Obtenga apoyo independiente cuando lo considere necesario.
una extrema necesidad de reconocimiento, legado y fama. Buscan protagonismo a costa de sus subalternos o pares. Y si bien los psicólogos se basan en el Inventario de Personalidad Narcisista (NPI) o la escala de Grandiosidad Narcisista (NGS), es posible que usted detecte las características observando los rasgos extremos. Por ejemplo, ser acaparador puede ser un síntoma de esta condición subyacente. Requieren de admiración constante, interrumpen y anhelan el servilismo de su equipo a cargo o colegas.
Por otro lado, rara vez dejan espacio para las opiniones o necesidades de terceros.
Sumado a ello, exhiben engreimiento al jactarse extravagantemente. Rechazan los consejos, mantienen un alto locus de control y prefieren el “yo” al “nosotros”.
Se abanderan de ser “encantadores”, parecen inteligentes, elocuentes y socialmente hábiles, pero también son propensos a la arrogancia.
A otro extremo están los juzgadores. Reparten culpas, pero jamás aceptan sus fallas o errores. Y finalmente emergen aquellos con falta de empatía y el asiduo a los berrinches. Estos últimos exhiben una actitud defensiva y no aceptan críticas de desempeño
Las decisiones narcisistas rara vez son intencionales. Los expertos sugieren que una infancia emocionalmente privada contribuye a esta necesidad de reconocimiento, representada en un escenario público.