Agiliza tu mente escribiendo
Escribir es una práctica maravillosa; sea que elijas publicar lo que escribas o no, el simple acto de poner tus pensamientos e ideas en papel te ayudará a crecer como persona y como profesional. Normalmente vemos el acto de escribir como una herramienta para comunicarnos. Pero escribir tiene muchos beneficios que van más allá de transmitir información a otras personas. Tomarte el tiempo de escribir tus pensamientos te obliga a pensar sobre lo que quieres expresar. A veces tengo una idea en los bordes de mi mente, pero no sé cómo describirla o qué quiero escribir aparte de la idea inicial. Cuando empiezo a plasmar mis pensamientos, lentamente empiezo a entender lo que quiero expresar más allá del concepto inicial. Escribir te obliga a pensar de forma explícita.
Si deseas expresar un punto, este debe ser claro. Mientras leer es pasivo, escribir es activo. Para escribir, debemos recopilar nuestros pensamientos y juntarlos para explicar nuestras ideas de forma que se entienda. Mientras escribo, a veces se me dificulta navegar hasta el punto al que deseo llegar. Sin embargo, para escribir, necesito identificar mi punto, el cual debe ser coherente, especialmente si quiero considerar el publicarlo. En otras ocasiones, mi proceso de pensamiento evoluciona mientras escribo, y después de iniciar en una dirección, al volver a leerlo descubro que ya no estoy de acuerdo con lo que escribí inicialmente. Este aprendizaje constante es también lo que nos hace crecer. Sea que escribas en un diario o en un blog, el proceso puede convertirse en una parte esencial de tu desarrollo como profesional. Nadie jamás tiene que ver lo que escribas, pero si deseas publicarlo, esto te obligará a llevar tu práctica a niveles más altos. Escribir se puede convertir fácilmente en parte de tu rutina. Al principio puede ser difícil, pero cuanto más lo cultives como hábito, más fructífero será.