Reducción de la pobreza: realidad o hipocresía política
Según el informe denominado “Encuesta permanente de hogares de propósitos múltiples 2021”, elaborado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 73.6% de los hondureños viven en la pobreza y la pobreza extrema afecta a la mitad de la población hondureña debido al desempleo, subempleo y la extorsión, que obliga a los emprendedores a cerrar sus negocios.
Los políticos, cuando están en campaña y sin importar su tendencia, ofrecen a los ciudadanos luchar denodadamente para reducir la pobreza y mejorar sus condiciones de vida, pero el esquema generalmente utilizado es el de otorgar bonos y subsidios, muchas veces orientados políticamente, que solo sirven para que los beneficiarios puedan subsistir y seguir sometidos a los designios políticos.
Ahora, con un nuevo gobierno, muchos ciudadanos están esperanzados de que efectivamente se implementen programas y proyectos que ayuden a sacar de la pobreza a miles de hondureños. Sin embargo, ya en otros países dirigidos por gobiernos populistas se ha observado que tampoco a estos políticos les interesa que la población salga de la pobreza, sino mantenerlos en un estado de sobrevivencia y de alta dependencia a las dádivas otorgadas por el gobierno.
Para lograr resultados efectivos en la reducción de la pobreza se requiere de cambios importantes en las prioridades políticas, centrándose en lograr un crecimiento económico alto, sostenido e inclusivo, creando las condiciones para generar oportunidades de empleo con ingresos dignos para las personas. Como en Honduras una gran mayoría de los pobres vive en zonas rurales pobres, se necesitan programas efectivos que les ayuden a mejorar su productividad a través de acceso a
Para lograr resultados efectivos en la reducción de la pobreza se requiere de cambios importantes en las prioridades políticas”.
la tecnología y a nuevos mercados y mejorar las rutas de acceso a los mercados principales.
Otros temas importantes para tomar en cuenta son el cambio climático, que ya en Honduras está pasando factura, el crecimiento de la población y la migración, los que son fenómenos que deben ser considerados al momento de diseñar programas o proyectos para la reducción de la pobreza. Adicionalmente, en nuestro país se tiene el gran reto de combatir la delincuencia que tanto está afectando a los micro, pequeños y medianos emprendedores, que constantemente se ven asediados para el pago del famoso impuesto de guerra.
Todos estamos conscientes que la tarea es súper difícil, pero si un gobierno tiene la firme intención de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, tiene que hacerlo en forma ordenada y con proyectos y programas diseñados específicamente para ello. Lo importante no es dar una limosna para tener a las personas bajo control, sino crear las condiciones para que haya inversión, generación de empleo y el clima adecuado para que los emprendedores puedan iniciar sus negocios. Desde el punto de vista crediticio, existen las instituciones y las condiciones financieras para que la persona que tiene un buen proyecto pueda lograr el financiamiento requerido.
Estamos conscientes que los resultados positivos no se lograrán de la noche a la mañana, pero hay que iniciar la lucha sin dilatoria y con seguridad que paulatinamente se lograrán resultados positivos, que servirán como incentivos para seguir adelante