Dionie, Nikendra y María Antonia
¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡Terrible! Dionie, Nikendra, María Antonia: otras tres muertes violentas! No logro entender qué está pasando. Este año inicia terrible y tenemos que asegurar que estos crímenes no sigan impunes y nos dan un empuje para hacer un verdadero cambio. ¡NO a los feminicidios!”.
El anterior es el mensaje que escribió ayer en sus redes sociales la coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Honduras, Alice H. Shackelford, y el cual resume el clamor, la indignación y el dolor ante el vil asesinato de tres mujeres más, esta vez, las tres jóvenes que desde el 7 de enero fueron reportadas como desaparecidas por sus familiares y que la noche del martes fueron encontradas muertas en el interior de un carro abandonado en una zona residencial de la turística isla de Roatán, en el Caribe.
Como sucede en la mayoría de otros casos similares, nadie sabe las causas del triple asesinato y el hombre que estaba con ellas ha logrado salir del país, antes de cualquier requerimiento judicial.
El año pasado, Honduras ocupó los primeros puestos de la lista de los países más violentos y con mayor número de asesinatos de mujeres del mundo, y este año la incidencia de estos casos sigue la misma tendencia, de una muerte cada 20 horas.
Y en este espacio no nos vamos a cansar de demandar a las autoridades competentes que de una vez por todas tomen acciones contundentes encaminadas a respetar y hacer respetar los derechos de la población hondureña, pero principalmente de las mujeres y las niñas, en todos los campos de la vida diaria.
Demandar que el Ministerio Público asuma su responsabilidad de investigar con rigor los casos de violencia contra las mujeres.
La impunidad no puede seguir siendo el estándar en estos casos. Tienen que actuar con diligencia. Él o los responsables de las muertes de Dionie, Nikendra y María Antonia, tienen que pagar con cárcel los crímenes cometidos