Ecuador ratifica su firmeza ante conflicto
“Nuestras fuerzas armadas están entrenadas para la guerra”, advirtió el ministro de Defensa a los grupos criminales
El canal público TC de Ecuador reanudó ayer su transmisión luego de un ataque con fusiles y granadas que el mundo vio en directo, en una de las peores arremetidas del narco en el país.
El telediario “está de vuelta aquí en el mismo espacio donde quisieron silenciarnos”, dijo la presentadora Saskia Bermeo desde Guayaquil, durante la primera emisión tras el ataque del martes.
Ese día hombres encapuchados y armados irrumpieron durante el programa del mediodía, sometieron a los periodistas e hirieron a dos trabajadores, mientras los televidentes escuchaban en vivo y en directo los disparos, gritos y lamentos. No hubo muertos y 13 responsables fueron detenidos.
Más de una veintena de bandas narco, integradas por unos 20,000 miembros, siembran el terror en el país desde el domingo en represalia por las políticas de mano firme del gobierno para doblegarlos: motines en las cárceles, 178 funcionarios de prisiones retenidos por presos, policías secuestrados, ataques con explosivos y vehículos incendiados.
El presidente, Daniel Noboa, advirtió ayer que no dará el brazo a torcer y enfrentará sin tregua la ola de violencia que ha dejado 16 muertos y un clima de pánico en la población.
“El miedo nos tiene a todos en un estado de alerta, pero así mismo ese miedo es el que crea la valentía (...) le hemos declarado una guerra frontal al terrorismo y no
vamos a parar”, dijo el mandatario de 36 años.
“Quisieron infundir temor, pero despertaron nuestra ira. Creyeron que someterían a todo un país y se olvidaron que las fuerzas armadas están entrenadas para la guerra”, dijo el ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo.
Aunque la actividad se reanudó ayer levemente en las principales ciudades de Ecuador, muchos comercios se mantienen cerrados, el transporte público circula con menor frecuencia de la habitual, universidades y escuelas atienden clases de manera virtual y teletrabajo.
“Estamos con miedo, con temor que el (momento) menos pensado vuelvan a hacer lo mismo”, dijo Inés Macas, un ama de casa de 69 años que denunció saqueos en Quito