Cristianos: poder político-electoral fuerte y decisivo
La clase política actual de Honduras, principalmente los diputados, las autoridades de los institutos políticos, titulares de los poderes de Estado, asesores políticos y empleados públicos relacionados, por medio de sus hechos desacertados, traspasando las fronteras de la corrupción, amigados con la ilegalidad y desconectados del bienestar económico y social del pueblo, han provocado en la ciudadanía absoluta desconfianza y repudio.
Se percibe con facilidad que los políticos manchados y marcados de corrupción, no importa el partido, se hacen un solo nudo para protegerse, pero, llegará el momento de romper ese pacto de impunidad y gritar “sálvese quien pueda”. Violan las leyes, abusan desmedidamente de los recursos y dineros del pueblo, ciertamente viven inmersos en mares de corrupción.
Definitivamente, estos escenarios de caos del Legislativo, la administración pública, la injusticia, añadiendo la mentira y engaño; robo y extorsión política, traición y corrupción, nepotismo, desempleo, pobreza y migración; violencia y muerte, desnutrición, enfermedad y muerte, esto no debe seguir más, es una vergüenza, el pueblo está harto de tanta maldad, tanta burla e incapacidad.
En respuesta, el pueblo hondureño con toda certeza en las elecciones generales dará su voto de castigo a esta clase política perjudicial y dar paso a una generación de políticos con altos estándares éticos y morales y, sobre todo, capaces profesionalmente.
Es hora que los cristianos, protestantes y católicos unidos, surjan como lo que son, un pueblo temeroso de Dios y con un poder político-electoral fuerte y decisivo, que, juntamente con la empresa privada, y sumándose la militancia honrada, recta, íntegra, decente, justa, noble, digna e incorruptible del nacionalismo, liberalismo, PSH, DC y de otros partidos independientes, conformen una alianza política electoral unipartidaria para derrocar este gobierno socialista/comunista del melismo de Libre en las urnas de las elecciones generales y establecer un gobierno de unidad nacional.
Es hora, que en nombre de los 10 millones de hondureños, alcemos la voz y digamos un ¡basta ya! y romper las cadenas de corrupción y opresión que este gobierno melista administrado por la presidenta Xiomara Castro mantiene esclavizado, angustiado, empobrecido y en ruina al pueblo hondureño.
El melismo de Libre pretende perpetuarse en el poder a cualquier costo para imponer la voluntad de un régimen autoritario, apoyado en las Fuerzas Armadas, deslegitimándolas.
El poder de las Fuerzas Armadas se legitima cuando sale en defensa de la Constitución y del Estado de derecho, cuando sale en defensa de los fundamentos democráticos, cuando sale en defensa de los oprimidos, cuando sale a restaurar la justicia, cuando sale a proteger la soberanía nacional, cuando sale a proteger los derechos humanos, cuando sale a proteger al pueblo de las corrupciones del poder gubernamental.
Finalmente, esta clase política vigente no ha sido un buen ejemplo para nuestra niñez y juventud, ha sido una vergüenza nacional e internacional. Queda planteado
Es hora de un gobierno de unidad nacional”.