MOTIVACIÓN O DISCIPLINA: ¿CUÁL LE AYUDA A CUMPLIR METAS?
SI SE PLANTEÓ OBJETIVOS SALUDABLES Y ESTÁ PENSANDO EN DESISTIR, DEBE CULTIVAR LA DISCIPLINA PARA LLEGAR VICTORIOSO A FIN DE AÑO, PORQUE SOLO LA MOTIVACIÓN NO LO SOSTENDRÁ
Dicta una frase: “Que cuando la motivación te abandone la disciplina te rescate”.
Si a inicios de año se propuso ir sin falta al gimnasio para cumplir, como muchos, el objetivo de año nuevo de dejar atrás una vida sedentaria, sepa que con motivación no llegará muy lejos, porque esta se queda ahogada en la rutina, las ganas de dormir y la pereza de moverse hasta el santuario del cuerpo sano.
No obstante, si con la motivación se propone forjar su disciplina, la historia será otra, porque para la construcción de un nuevo hábito, el motor será ser disciplinado, porque lo de estar motivado es algo que va y viene.
La diferencia
Para que le quede más claro, sepa que la motivación es el impulso interno que nos empuja a tomar medidas y perseguir metas. Puede derivar de factores internos como metas personales,
Mientras que la motivación puede encender la chispa, la disciplina proporciona la estructura y la resistencia necesarias.
valores y aspiraciones, o externos como recompensas, reconocimiento y estímulos externos. La motivación es un estado emocional que genera un deseo de lograr algo significativo y puede ser efímera, fluctuando según las circunstancias y el entorno.
En contraste, la disciplina se centra en la capacidad de mantener un compromiso constante y consistente hacia metas a largo plazo, independientemente de las fluctuaciones en la motivación. La disciplina implica establecer rutinas, estructuras y hábitos que permiten la perseverancia y el enfoque a pesar de los desafíos y las distracciones. Es la capacidad de resistir la tentación de la gratificación instantánea en pos de beneficios a largo plazo.
Atienda la primera, pero cultive la segunda