HISTORIAS HUMANAS QUE ASPIRAN AL OSCAR
Realidades Historias de guerra, de amor, de familia, de libertad y de dolor, envuelven a las nominadas de 2024
Si la ficción a veces toca las fibras más profundas y lleva a grandes reflexiones, el documental se corona como la voz directa de los protagonistas que taladra la consciencia.
Fue en 1942, 13 años después de su inicio, que los Premios Oscar le dieron un espacio a esta categoría que el año pasa- do tuvo como ganadora a Mejor documental largo a “Nalvany”, que explora el complot para matar al activista anticorrupción ruso y excandidato presidencial Alexey Navalny. Este año, la categoría tiene cinco candidatas: Bobi Wine: The People’s President, “La memoria infinita”, “Las cuatro hijas”, To Kill a Tiger y “20 días en Mariúpol”.
De Uganda a Chile, y de India a Ucrania, la categoría documental de los Oscar 2024 es una muestra del horror y la belleza de la vida, que se retrata en historias sobre la guerra, la libertad y la familia.
La categoría es un catálogo de temáticas que se repiten en muchos rincones de la Tierra, y que ayudan a sentirse identificadas a miles de personas.
El documental es una categoría sensible, que vuelve la mirada, en esta oportunidad, a temas como la violación, la enfermedad, la democracia y la guerra.
Si bien no todo el mundo tiene acceso a estas producciones de la manera en que lo tiene a las películas, aquí un repaso por estas historias que la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas ha destacado para optar al prestigioso galardón.
Historias de vida y muerte
Bobi Wine: The People’s President fue catalogado por la crítica como “conmovedor” y “apasionante” al narrar la lucha de una estrella de la música, activista y líder de oposición para liberar a Uganda de un régimen opresivo instalado desde hace 35 años. La gesta libertaria de Bobi Wine sólo es el retrato “de un coraje político insondable”.
Y de sueños de libertad pasamos a la ausencia de memoria en “La memoria infinita”, un reflejo de lo que logra el amor ante la crudeza del alzheimer, cuando una pareja lucha por sostenerse mientras él poco a poco se difumina entre las intermitencias del recuerdo y el zarpazo de una enfermedad que arrebata la vida misma.
Y de olvidos, pasamos a recuerdos que permanecen en la mente de una madre que pierde a dos de sus cuatro hijas a manos del Estado Islámico en Libia. Familia, violencia y adoctrinamiento se conjugan en una danza de ficción y realidad que sigue explorando los recovecos de una situación de sobra conocida desde hace tiempo y que es representada en “Las cuatro hijas”.
Otra lucha de un padre es la que muestra To Kill a Tiger, donde un padre agricultor en la India se enfrenta a la justicia tras la violación grupal de su hija de 13 años. Brutal, desgarradora e incisiva, esta historia representa la de otras mujeres que han sufrido la misma violencia a lo largo de los años.
La brutalidad sigue su curso en “20 días en Mariúpol”, un documental “honesto” que recoge el esfuerzo de un grupo de periodistas de retratar las atrocidades de la invasión rusa, mientras se encuentran atrapados en el asedio de la ciudad de Mariúpol.
Y así la pantalla se tiñe de esperanza, amor, dolor y pérdida, en esa escala de sentires y experiencias en la que transcurre la vida