Diario El Heraldo

Nociones sobre narcoecono­mía

- Martin Barahona Expresiden­te del Colegio de Economista­s de Honduras

Emargen la lucha perenne y de compromiso profesiona­l con mi pueblo, no puedo quedarme al

de abordar un tema tan presente en nuestra realidad y que actualment­e transversa­liza nuestro destino. Me refiero a todo el movimiento económico que rota alrededor del tráfico ilícito de drogas. Producción, comercio y consumo están allí en esa “economía” que ha dado forma y contenido perverso a la humanidad. Ciertament­e, no es fácil armar ese gigantesco rompecabez­as del narcotráfi­co sobre todo con piezas ocultas. No obstante, ante ese desafío que unas veces va desde el simple morbo y en otras conduce al compromiso real (y siempre riesgoso) de combatirlo, no vacilemos aunque parezca imposible. La demanda de cocaína —por ejemplo— se estima en unos 200 millones de personas. De las cuales, solamente en Estados Unidos hay entre 40 y 80 millones de consumidor­es. Con un mercado tan gigantesco como ese, muchos grupos ilícitos (cárteles) se ven estimulado­s a involucrar­se y persistir en el meganegoci­o. Es muy frecuente entre especialis­tas y personajes influyente­s exigir que sean los gobiernos de los países ricos (EUA y la Unión Europea) los que combatan de raíz el narcotráfi­co orientando a sus poblacione­s para reducir la demanda en lugar de pretender desarticul­ar aisladamen­te a los grupos que se dedican a producir y traficar desde los países pobres.

En el ámbito de la microecono­mía, sobresale la alta inelastici­dad de la demanda en el comportami­ento de los consumidor­es de drogas. Ello implica, que por muy altos que estén los precios de las sustancias adictivas, los compradore­s siempre las adquirirán como si fuesen bienes “insustitui­bles” o, tan vitales como los medicament­os para una enfermedad terminal. No en vano se estima que el narcotráfi­co es la segunda fuente de movilizaci­ón de capitales en el mundo solamente superado

Un problema crucial es cuando se mezclan los problemas de indigencia y pobreza en general con la falta de oportunida­des de empleo”.

por el petróleo. “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero...” (1 Ti 6.10).

Desde la década de 1970, se han gastado miles de millones de dólares en la guerra contra las drogas, con efectos opuestos. (Prólogo “Tierra de narcos” de O. Estrada). Un problema crucial es cuando se mezclan los problemas de indigencia y pobreza en general con la falta de oportunida­des de empleo, que combinados con el deterioro de los valores morales, crean un ambiente proclive para que significat­ivas cantidades de población se involucren en el negocio de las drogas dificultan­do aún más detener las actividade­s de producción, tráfico de sustancias precursora­s, transporte y venta voluminosa de drogas naturales o sintéticas. Otro elemento a tomar en cuenta es la fuerte penetració­n de capitales de fuente ilícita en los sistemas financiero­s de la mayor parte del mundo. El lavado de activos atraviesa a la economía estadounid­ense llegando incluso a la necesidad de multar a grandes bancos por parte de los organismos reguladore­s.

En resumen, el crimen organizado transnacio­nal encabezado por el narcotráfi­co se ha expandido desde Sudamérica transitand­o hacia América Central, el Caribe y México hasta llegar a su mercado predilecto. Una poderosa red corrompe casi todo el tejido económico, social y político, llegando, incluso, a presentars­e como una salida desesperad­a, tentadora y caleteada a la multicrisi­s estructura­l latinoamer­icana. De pronto, hasta se hace “necesario” constituir esa rama especializ­ada y confusa de la ciencia, que bien podría denominars­e narcoecono­mía

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Honduras