Un llamado urgente
Es el que están haciendo representantes de varios sectores educativos y de la salud al gobierno hondureño ante la alta incidencia de casos de dengue en varias regiones del país. La situación es grave. La epidemia está dejando una persona muerta cada semana este 2024, según los registros sanitarios, y las salas de hospitalización en el Hospital Escuela y otros centros de atención públicos y privados se reportan llenos, lo que obliga a adoptar medidas urgentes encaminadas a bajar la incidencia de casos y muertes por esta causa.
Médicos especialistas explican que en Honduras están circulando actualmente los cuatro serotipos de dengue (DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DEN-V 4), lo que aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir.
En una entrevista con periodistas, el médico y diputado Carlos Umaña decía ayer que de 12 a 22 pacientes se hospitalizan por día en San Pedro Sula. “La situación se está saliendo de control en la zona norte”, aseveró.
Tras el inicio de clases, son muchos los docentes y padres de familia que alzan su voz para solicitar una declaratoria de emergencia que permita destinar mayores recursos económicos al combate de la epidemia y atender con mayor celeridad las demandas de apoyo de las escuelas y las comunidades en las que se concentran el mayor número de casos de la enfermedad.
Como se ha escrito en este espacio anteriormente, la prevención del dengue no es solo responsabilidad de las autoridades sanitarias; esta debe ser una responsabilidad compartida con la comunidad.
Está claro que solo a través de la concienciación, la educación y la acción colectiva se pueden alcanzar avances significativos en la lucha contra el dengue y garantizar un futuro más saludable para la comunidad