Rubilio pone de líder al Ciclón con su gol 100 vistiendo la camisa azul
Motagua está de vuelta en lo más alto del torneo; tras los empates de sus contrincantes en la parte alta del torneo (empate de Olimpia y derrota de Marathón), se colocó líder de la primera vuelta del torneo tras vencer anoche 1-0 al Vida.
Como en los viejos tiempos, un solitario gol de penal transformado por Rubilio Castillo fue suficiente para darle los tres puntos a las Águilas Azules que han comenzado a soltarse. Y aunque pudieron anotar más goles, no se dio porque el novato arquero de los Cocoteros, Mario Valdez, se gastó un partidazo con grandes tapadas.
Diego Vázquez se la jugó con un juvenil en el centro del campo haciendo debutar al mediocampista Jordan García, un larguirucho futbolista de grandes zancadas y pases profundos. Fue fundamental su presencia ya que en una de las acciones que tuvo, pisó en el área y le cometieron el penal.
El defensor Dayron Suazo tuvo que llegar fuerte a la pelota derribando a García, situación que el silbante no dudó para sancionar penal. Llegó el que mejor sabe, Rubilio Castillo para transformarlo en gol.
Con un lanzamiento fuerte, arriba y colocado a la derecha del arquero, hizo festejar al pueblo azul y sacar una camisa con el número 100. Fue un lindo detalle de la dirigencia.
Con Motagua manteniendo el control de la pelota en las botas de Walter Martínez, Vida insistía con las variantes de Marcelo Canales que buscaba la profundidad de Manaiza que en dos ocasiones dejó sentado a Marcelo Santos y Carlos Meléndez. Al final, a los rojos les hace falta un definidor.
A pesar de las bajas, como la de Yeison Mejía, Luis Vega y el expulsado Carlos Argueta, Diego aprovechó para darle un respiro al equipo y jugar por dentro con el Colocho y Jordan García. Estas opciones hacían que pisaran más constantes el área porque los laterales como Kevin Álvarez y Cristopher Meléndez, llegaban a línea de fondo para habilitar a Rubilio, que armó dupla por primera vez con Agustín Auzmendi.
Rubilio tuvo en sus botas el segundo tanto cuando logró penetrar el área, se fue solo frente al marco, pero ante la salida del portero Valdez, no se achicó y le tapó la pelota. Diego le gritó que se la picara, pero ya era muy tarde.
Luego Agustín Auzmendi tuvo otra pero la defensa lo apretó; así se fue diluyendo el duelo. Los Azules apenas tuvieron un susto y fue un remate de Dayron Suazo que se encontró una pelota en el área y la tiró por arriba del pórtico azul.
Ahora las Águilas tendrán que cerrar filas porque en la segunda vuelta, los equipos se juegan el todo. Diego ya tiene a las piezas en su lugar