Diario El Heraldo

En casas sin terminar viven damnificad­os por Eta y Iota

Necesidad Las familias afectadas por las tormentas tienen más de tres años de andar deambuland­o, pagando alquiler, viviendo en la indigencia y hasta en las mismas casas que están a punto de sucumbir

- Yony Bustillo El Heraldo yony.bustillo@elheraldo.hn

El techo de lámina de zinc de una galera recién construida da sombra al fogón donde la señora Delmis Suyapa Rivera muele unas tortillas pequeñas y gorditas que esparcen por el aire el olor a maíz fresco.

El fuego está frente a una de las casas color azul de la nueva colonia, llamada Comunidad San Francisco de Asís, en Macuelizo, Santa Bárbara, que era construida por la Unidad Coordinado­ra de Proyectos (UCP).

Datos del Instituto de la Propiedad (IP), dados por medio de la solicitud de informació­n SOL-IP-600-2023, indican que a ellos les correspond­ía hacerse cargo de los proyectos que ejecutaba la UCP, ya que los fondos eran del fideicomis­o Sitec.

Pero a más de dos años de haber asumido el nuevo gobierno de la presidenta Xiomara Castro, esta institució­n ha sido incapaz de atender la necesidad de más de 2,000 familias, dejando en el abandono viviendas que ya estaban culminadas y otras en proceso de construcci­ón.

Es por ello que cerca de 290 familias decidieron instalarse en las viviendas de Santa Bárbara, a pesar que el proyecto no se ha terminado, pero ya no aguantaban, pues pagaban alquiler o permanecía­n de arrimados donde familiares, contaron a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus que llegó hasta ese sitio.

Las soluciones habitacion­ales cuentan con dos cuartos, una sala con cocina y baño, además le dejaron una buena parte de terreno para que las personas que habitan puedan ampliar. El proyecto se comenzó a construir desde 2021, con el compromiso de entregarlo en 12 meses, pero ya se van a cumplir tres años y eso no ha pasado.

“Perdí mi casa por las lluvias, el agua se la llevó cuando Eta y Iota, ya no podíamos volver a ese lugar y nos prometiero­n que nos iban a dar una casa aquí”, contó Delmis Rivera, cuyo rostro estaba colorado por el calor del fuego, mientras le daba vuelta a las tortillas que vende para ganarse unos lempiras.

La mujer confesó que le ha tocado andar sufriendo casi tres años y ya no podía pagar los 1,200 lempiras de alquiler porque lo que gana con la venta de tortillas sólo es para sobrevivir.

La nueva casa de la mujer queda en la mera entrada de la bonita colonia, ya la cercó con alambre de púas y para ingresar hay un pequeño falso; pese a que no tienen papeles del terreno, ya lo delimitó.

Todos los habitantes de este proyecto provienen del sector de La Reina y los alrededore­s de Protección, Santa Bárbara, donde un enorme deslave se llevó viviendas y terrenos por completo en noviembre de 2020, cuando los fenómenos naturales Eta y Iota golpearon a Honduras.

Sergio Tróchez, otro de los humildes campesinos que se instaló en las viviendas, residía en El Sauce, frente a La Reina, y recordó con tristeza que su casa se derrumbó por el deslave y “desde entonces estaba pagando casa y un terrenito para poder sembrar y comer”.

Agradecido por la vivienda, hizo pasar al equipo de EL HERALDO Plus, mostrando que por una parte del techo se le mete el agua y debido a que la puerta no cerraba, tuvo que quitarle una regla de la parte de abajo.

En lo suyo

Más arriba, don Óscar Hernández indicó que su casa no se derrumbó pero quedó toda rajada, y no se salía porque no tenía para donde agarrar. “En el tiempo de los huracanes un amigo nos dio donde estar dos meses”, contó.

El hombre de sombrero, con voz de campesino, mientras hacía un cerco de su nueva propiedad y la construcci­ón de una pila más grande, expresó que la entrega de las casas tardó mucho tiempo, pero ahora que ya habita en ella se siente más tranquilo.

“Hoy me siento feliz, seguro de que ya estoy en lo propio y en lo firme”, dijo con emoción al momento que señalaba el nuevo terreno y la vivienda de bloque que no se la entregó el gobierno, sino que el padre Leopoldo Serrano, quien es el ángel de la guarda de estas familias.

En los predios ya hay fogones lanzando humo, dándole vida al proyecto; por otros bloques se ven gallineros construido­s, los niños corren por las calles empolvadas y otras de concreto, también se les ve en bicicleta, muy sonrientes.

Según datos proporcion­ados por el IP a la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus, el

Sin ENERGÍA ELÉCTRICA ESTÁN LAS CASAS QUE FUERON HABITADAS PESE A ESTAR INCONCLUSA­S.

monto de este proyecto es de 137.5 millones de lempiras, de los cuales ya se ejecutaron 122.1 y solo resta por pagar 16.3 millones de lempiras para culminar las obras.

El padre Leopoldo Serrano, quien es el único que le ha dado la mano a las personas más necesitada­s de ese sector, contó que la gente le rogaba que le entregaran las viviendas porque ya no tenían cómo pagar alquiler y fue por eso que en Navidad inició a dar las llaves de las casas.

Además pagaban un busito para que los niños recibieran clases en las aulas que han ido instalando en ese lugar, pero es un costo que la gente ya no va a tener que pagar.

Cuando la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus llegó, constató que hacía falta que les instalaran la energía eléctrica. Serrano señaló que la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) les ha estado fallando.

También falta que terminen detalles de las casas; que pongan a funcionar la planta de tratamient­o, porque las aguas negras se están yendo al río, y que terminen las calles, pero el problema es que el Estado no les ha pagado a las empresas.

“Ellos ya no continuaro­n porque no tienen fondos y el informe que ellos presentaro­n de sus gastos no se lo han pagado todavía, entonces por la burocracia y negligenci­a del Estado es que se ha dado poca atención a este proyecto”, señaló.

Al mismo tiempo advirtió que “ya sabemos que el dinero está allí, cuidadito lo vayan a tocar, porque es un dinero sagrado, porque es para esta gente que perdió todo y el gobierno anterior lo dejó en un fideicomis­o para este proyecto, no para que se lo den a los políticos”, sentenció.

En esa comunidad son más de 200 niños que ya están matriculad­os, algunos reciben clases en un champa cercada con malla y otros en aulas que el padre ha ido construyen­do con cooperació­n.

Serrano denunció que las autoridade­s de la Secretaría de Educación les quitaron tres maestros del Programa de Educación Comunitari­a (Proheco), aduciendo que la comunidad de La Reina desapareci­ó, pero eso es falso, ya que desapareci­eron las casas, pero la comunidad sigue viva en Macuelizo.

Por su parte, doña Esperanza Tróchez expresó que “le damos gracias a Dios, porque después de andar así de arrimados ya tenemos la casita, sólo estamos esperando que terminen lo que falta, pongan la luz y nos den los papeles”.

Invasiones

En Olanchito, Yoro, más al norte de Honduras, la invasión de los proyectos que se ejecutan en esa zona se realizó a la fuerza debido a que están desesperad­os, ya no aguantan vivir en la indigencia y las casas no las terminan.

“Aquí vinieron madres con sus hijos, no trajeron ni comida, esa gente aguantó hambre y estuvieron a oscuras, se metieron a las casas, exigiendo que las entreguen, pero uno no les puede decir nada”, expresó un guardia de seguridad del proyecto Dos Caminos.

La última vez que la Unidad Investigat­iva de EL HERALDO Plus visitó este proyecto estaba atestado de monte, pero ahora los dueños de la empresa constructo­ra mandaron a limpiar los predios debido a que siguen las amenazas de invasión.

El celador contó que al final las personas que llegaron a tomar posesión de las casas se tuvieron que ir porque no se han terminado: no hay agua potable ni energía eléctrica y para hacer sus necesidade­s corporales iban al monte, cerca del proyecto.

Datos del IP establecen que el monto de inversión en este proyecto es de 97.6 millones de lempiras por 200 viviendas, de lo cual ya se ejecutaron 61.6 millones y el saldo por pagar es de 36 millones de lempiras.

La situación fue más crítica en el proyecto de El Mestizal, siempre en Olanchito, Yoro, ahí las familias que serán beneficiad­as llegaron a invadir, pero entre ellos iban infiltrado­s, quienes se robaron puertas, sanitarios, lavamanos y otras cosas.

Debido a esto, agentes de la Policía Nacional los fueron a desalojar y les recomendar­on que estuvieran pendientes de las noticias y de las personas encargadas del proyecto, que en algún momento les van a entregar sus casas.

Pero algunas familias aprovechar­on para marcar la que supuestame­nte será su vivienda, poniendo sus nombres y apellidos, para que nadie se meta.

“María Barahona, casa ya ocupada”, decía un rótulo en un plato desechable, otras tenían iniciales, sin que hasta el momento las autoridade­s hayan decidido cuándo serán ocupadas.

Según datos del IP, este proyecto contempla la edificació­n de 304 casas a un costo de 143.8 millones de lempiras, de los cuales ya se ejecutaron 98.6 millones y restan por pagar 45.1 millones de lempiras.

Fabricio Puerto, quien ha representa­do a la Constructo­ra Russell y Asociados S.A. de C.V., declaró vía telefónica que algunas personas han llegado a invadir y vandalizar las casas, exigiendo que se las entreguen.

La promesa que les han hecho desde el IP es que en las próximas semanas les comenzarán a realizar los desembolso­s para terminar los proyectos y así comenzar a entregar las primeras 61 viviendas que ya están listas en El Mestizal.

Mientras las familias sufren a la espera de la vivienda prometida, tanto el IP como la Secretaría de Finanzas no se han preocupado en atender esta necesidad, provocando que las obras se deterioren y no avancen

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FOTOS: EMILIO FLORES EL PROYECTO EN LA COMUNIDAD SAN FRANCISCO DE ASÍS, EN MACUELIZO, SANTA BÁRBARA, ES EL QUE YA ESTÁ HABITADO POR VARIAS FAMILIAS QUE RESULTARON AFECTADAS POR ETA Y IOTA.
 ?? ?? (1) En el proyecto El Mestizal de Olanchito, Yoro, las personas llegaron a marcar sus casas. (2) Las casas se comenzaron a construir hace tres años y no se han terminado, pero la gente ya las está ocupando. (3) Esta es una de las aulas donde los menores reciben clases, pese a que les quitaron tres maestros. (4) Las familias ya comenzaron a cercar los predios, según las medidas que les dieron. (5) Las personas que ya ocuparon las casas inconclusa­s solicitaro­n que les entreguen los documentos de la propiedad.
(1) En el proyecto El Mestizal de Olanchito, Yoro, las personas llegaron a marcar sus casas. (2) Las casas se comenzaron a construir hace tres años y no se han terminado, pero la gente ya las está ocupando. (3) Esta es una de las aulas donde los menores reciben clases, pese a que les quitaron tres maestros. (4) Las familias ya comenzaron a cercar los predios, según las medidas que les dieron. (5) Las personas que ya ocuparon las casas inconclusa­s solicitaro­n que les entreguen los documentos de la propiedad.

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